La malaria pone en alerta a Costa Rica
Los lazos entre Costa Rica y Nicaragua se tornan peligrosos, y esta vez no se trata de asuntos de índole política. Es la malaria la que pone en riesgo la vida de los costarricenses, al punto que el gobierno de ese país ha decidido declarar alerta sanitaria por riesgo incrementado de transmisión. Según han manifestado autoridades del Ministerio de Salud en Costa Rica, en lo que va de año se han presentado cuatro casos de transmisión autóctona en los estados de Matina, tres en Sarapiquí de Heredia y dos en Pital de San Carlos. Lo peor es que se presume que el contagio provenga del país vecino, Nicaragua, el que sí ha sido azotado por varios brotes.
El panorama se presenta luego de que Costa Rica estuviese a punto de declarar la enfermedad como extinta en territorio nacional, pues entre los años 2012 y 2015 no se reportó ningún caso. Sin embargo, durante las últimas horas el Ministerio de Salud aseveró que "debido a la alta tasa de migración constante entre Costa Rica y Nicaragua, en su mayoría por motivos laborales y tomando en cuenta que ese país es zona de alta endemicidad (...), se decide declarar alerta sanitaria por riesgo incrementado de transmisión de malaria en Costa Rica".
La declaración de alerta implica el reforzamiento de los servicios de salud en cuanto a equipo y personal. De igual modo se debe incrementar la vigilancia y captación de casos sospechosos en el país, fundamentalmente en aquellas zonas denominadas como ‘maláricas’, o sea, las que se encuentran por debajo de los 500 metros sobre el nivel del mar. El Ministerio incrementará también sus acciones comunicativas, en aras de sensibilizar a la población sobre los síntomas y signos de la enfermedad. En esta etapa resulta fundamental la prevención para evitar su propagación. Respecto a las acciones de vigilancia, cada sospechoso debe reportarse al Ministerio de Salud en las siguientes 24 horas de detectado, así mismo, se investigará la totalidad de los casos y focos a las 48 horas de detectados.
La malaria es ocasionada por un parásito que se transmite a través de la picadura del mosquito “anofeles”, que habita generalmente en zonas que se hallen a 500 metros sobre el nivel del mar. Su sintomatología incluye fiebre intermitente, escalofríos, sudoración, dolor de cabeza y dolor muscular. De no ser diagnosticada o mal atendida puede llegar a ser mortal.
A los costarricenses se les recomienda como medidas básicas para protegerse de la picadura del mosquito, usar repelente, mosquiteros y ropa que cubra las partes más expuestas del cuerpo.
