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martes, 26 de septiembre de 2017

La Perla, después del Huracán María

Por Mayli

La Perla, el popular barrio de Puerto Rico, donde se filmó el video clip del tema, “Despacito”, quedó arrasado tras el paso del Huracán, de máxima categoría, de nombre María. Algunos habitantes dicen que pareciera que había caído una bomba sobre sus casas y barrios. La Perla es el barrio olvidado, extramuros del viejo San Juan, el más problemático y contestatario, pero también el más auténtico y colorido de la capital boricua. Sus límites son una muralla, un castillo, un cementerio y el mar, el mismo mar que hizo trizas sus propias casas. Pero los habitantes de la Perla no se van, se quedan y se levantan entre el muro y el mar.

La Perla es el barrio de los excluidos en la capital de Puerto Rico, pero el más auténtico y colorido de todos, por ejemplo el mismo que sirvió de set para el videoclip del tema de los también boricuas, Luis Fonsi y Daddy Yankee, el famoso “Despacito”. Pero de la naturaleza no se salva nadie, ni la autenticidad de este barrio de pobres, que tiene por límites, una muralla, un cementerio, un castillo y el mar.

Hace más de 100 años fue el lugar de los esclavos traídos de África, los que no merecían dormir dentro de la ciudad intramuros, los mestizos que no tenían cabida dentro de la sociedad neo española de aquel San Juan. Ahora no es que haya cambiado mucho, sigue siendo el lugar para “los inadaptados”, para los que no pueden pagar más de lo que hacen allí por un techo, es el sitio para los que buscan una vida mejor fuera del campo. Era un Puerto Rico dentro de otro Puerto Rico, paralelo y genuino, donde los marginados tuvieron voz por primera vez en la historia de Puerto Rico. Pero cuando se acercaba a la pequeña Isla, un Huracán que le doblaba el tamaño, que se la tragaba por completo, la Perla apuntaba con ser el lugar más afectado y así lo fue.

El Huracán golpeó muy fuerte allí, quizás el más devastado de toda la capital puertorriqueña. Aunque pocos días después, ya va quedando poco de la huella del desastre, al menos en las calles. Casa adentro, todo se nota destruido. El barrio quedó como un pueblo fantasma, su gente fue a guarecerse en los refugios que puso a su disposición el gobierno de la Isla. Cuando regresaron sus habitantes, trataron de remediar lo que podían, barrieron sus casas, levantaron postes, sacaron arboles caídos y removieron los escombros de sus casas. Su gente iba a buscar agua, porque no tenían del acueducto, a los charcos, y pequeñas lagunas que se formaron de la lluvia caída durante horas, y que en las casas bajas provocaron inundaciones leves.

“Acabó con la Perla”, es lo que se dicen entre ellos, pero también saben que la Perla siempre se levanta. No solo fueron las casas, si no los negocios particulares, en forma de chiringuito. Esos se han levantado de a poco, y comienzan a vender bebida, lo que no falta en el Caribe, y menos en esas situaciones. La gente comienza a beber desde temprano. Hay ley seca después del paso del meteoro, pero en la Perla cada quien hace su ley, y cómo se puede vivir en estas condiciones, si no es borracho, pensarán.

En la Perla tampoco quedan muchos jóvenes; el que puede se va. En él surgieron cantantes como los de Calle 13, ahí tocaron cuando no eran nadie, y se filmó “Despacito”, donde pintaron las fachadas de las casas para ello, pero solo fue colorete para el momento. Perla adentro no ha cambiado mucho, aunque hay menos inseguridad que antes y por ello, llega más el Turismo, y a los habitantes de la Perla, eso les ha cambiado la cara. Un poco, todavía hay “muchachos” que se dedican a la delincuencia, que son los dueños del barrio, aunque haya pasado el Huracán.

Desde que las autoridades los han dejado en paz, y no han hecho redadas, la Perla se ha hecho un lugar pacífico, más de convivencia. A esos “muchachos” son los primeros a los que no les conviene un problema en la Perla, por eso se están quietos cuando nadie se mete con ellos. La Perla, es un barrio de casas de cartón, mojadas, cayéndose, pero con la esperanza de que al día siguiente el sol saldrá y la vida continuará. Pasó el Huracán, pero ellos siguen, no importa lo material.