Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

martes, 26 de septiembre de 2017

La prostitución mediática: caso Irma

Por YCC

Se ahogó la gran prensa asociada a Estados Unidos en el tratamiento mediático al paso del huracán Irma por el Caribe y la Florida, se manifestó cual arma de hegemonía política y maquinaria de influencia cultural. Al final han logrado imponernos la imagen de que el gran pueblo norteamericano sufrió un devastador impacto, mientras las Antillas quedaron simplemente en un plano secundario. Tomemos lástima de Estados Unidos, pero ignoremos a los caribeños, parece haber sido la lograda estrategia de la prensa mundial.

Tranquilo, ni se trata de la historia rosa de alguna chica cuya economía dependa de sus artes sexuales. Si acaso esta historia será más oscura, más oscura y a la vista de muchos de los internautas, representaría un ejercicio de cuánto hemos crecido bajo cánones de la estupidez humana y la manipulación, como simple objeto de la información que nos imponen.

Es Irma, en este caso, el huracán que hace pocos días fijó su cono en varias de las islas del Caribe. Acostumbradas a estos fenómenos meteorológicos, la región se resignó a esperar lo peor. Sin embargo, los grandes medios de comunicación también dejaron tras Irma, revueltos los mares de la objetividad mediática y muy en entre dicho la imparcialidad con que se toman en cuenta los criterios noticiosos con los que se “vende” una información. Salvo muy raras excepciones, y para no variar, en el seguimiento a los destrozos del huracán, la manipulación mediática se impuso al sentido común y al compromiso que deben tener los periodistas y comunicadores, por mancillar su labor.

No hallo otro término que se aproxime al tratamiento que dieron los grandes medios de la prensa occidentaloide-norteamericana al paso de Irma.

Entremos en materia. Todo huracán, más aun este que vivió varios días en categoría 5, tiene las potenciales armas para generar destrozos y daños humanos y materiales incontables. Es, por demás, inevitable, cuando solo se pueden disponer de medidas preventivas para minimizar tales efectos de vientos, olas y lluvias. Sin embargo, la prevención como diseño teórico no vende, no es atractiva al oyente, pero sí lo es hablar de daños, de muertos, de miseria y de exaltar a Estados Unidos por sobre el Caribe subdesarrollado. La prensa simplista y rosa venciendo al periodismo de opinión. Y así de paso también se nos prostituye la razón. Ese factor determina en este caso el enfoque mediático.

Por ejemplo, resulta incomprensible que la prensa ha dado mayor repercusión al hecho de que un hotel propiedad de Robert De Niro fuera destruido en Antigua y Barbuda, cuando debió tener mayor peso informativo, si nos ajustamos al sentido común, que en ese mismo país quedó destruido más del 90% de la infraestructura civil. Tampoco es serio dolerse con un hotel en particular cuando toda la red de las islas de la región, sobre todo Cuba, sufrió afectaciones mucho mayores, pero bueno, es De Niro, y la prensa se prostituye.

Tras golpear las islas menores de las Antillas, la prensa se enfocó en resaltar la destrucción ocurrida allí, y casi de inmediato giró a hablar exclusivamente del previsible impacto en la Florida. Como si Cuba no hubiera estado en el camino y no fuera a recibir los embates de Irma, pero bueno, Cuba es una dictadura donde la vida no importa, y la prensa se prostituye.

Sin embargo, cuando el gobierno de Cuba anunció que habían fallecido 10 personas por el paso del huracán, se desató un festín mediático para acusar de la presunta irresponsabilidad gubernamental en ello. Luego las propias imágenes que dieron la vuelta al mundo de los cubanos haciendo fiesta, tomando, bailando y jugando dominó en plena inundación, dejó en claro el peso que tuvo en tales muertes la irresponsabilidad ciudadana individual. Quedaba en el silencio de la prensa la referencia a las medidas de seguridad, movilizados y albergados que evitó que la cifra fuera mayor, pero que en el fondo habla del diseño y estrategia de la Defensa Civil para proteger al ciudadano; pero bueno, fueron 10 muertos en Cuba, y la prensa se prostituye.

A esta hora se contabilizan en la Florida hasta 82 muertos, pero ya eso ha sido despreciado por una prensa que volvió el rostro hacia los misiles de Corea del Norte y el diálogo entre la oposición y el gobierno de Venezuela. 82 muertos en un país donde Irma entró en categoría 2 cuando lo había hecho en categoría 5 en casi todo el Caribe, incluida Cuba. 82 muertos que representan 8 veces los fallecidos en Cuba, en un estado (Florida) que solo tiene el doble de la población que la nación caribeña. Haga usted su propia cuenta o cómprese un Baldor. Fueron 82 muertos, de ellos 6 fallecieron en un hogar de ancianos, pero eso lo minimizaron, aun cuando horas antes exaltaban que en Cuba se había ahogado una anciana de 89 años; pero bueno, la muerte de una anciana en Cuba es más significativa y mediática que la de seis ancianos en Florida.

Ejemplos así serían miles, pero el editor me va a tomar mala fe, y no quiero abusar. Ya la vida nos traerá nuevos hechos, donde cada país o persona vivirá las cosas desde su punto de vista muy particular y único. En todo caso, primará la visión de la prensa occidental, y esta, al igual que aquellas chicas que fundamentan su economía a través de su cuerpo, seguirá prostituyéndose por un buen tiempo.