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lunes, 18 de septiembre de 2017

La rebelión de los Indios será en octubre

Por Aliet Arzola

Este viernes 16 de septiembre en la noche, Cleveland, lejos de hacer silencio por una derrota, se estremeció con la ovación de los aficionados a los Indios, franquicia que ha logrado eslabonar la segunda cadena más larga de victorias en la historia del béisbol profesional en Estados Unidos. La Tribu, dirigida por el avezado Terry Francona, estuvo casi un mes sin conocer la derrota y eslabonó 22 encuentros consecutivos con victorias, a solo cuatro del récord absoluto fijado por los Gigantes de Nueva York en el lejano 1916, hace poco más de un siglo. Los actuales subcampeones de MLB pusieron en vilo a toda la liga con su ritmo desenfrenado, el cual fue alterado por los Reales de Kansas City, confirmando un viejo adagio del béisbol: un juego lo gana cualquiera.

Kansas, monarca hace dos temporadas, presenta ahora balance negativo de 73 victorias y 74 derrotas, con un diferencial de carreras mediocre (-73), pero varios peloteros de la corrida triunfal del 2015 se mantienen en la alineación y determinados partidos pueden sacar las uñas. Los Indios lo han vivido en carne propia, pues su racha estuvo a un strike de terminar en 21 la noche del jueves, pero un doble de Francisco Lindor los rescató en el noveno episodio, y después ganaron por cohete decisivo de Jay Bruce.

El viernes, en cambio, Cleveland no pudo dar la vuelta al marcador y vio truncada su seguidilla de sonrisas, aunque en el universo beisbolero existe el criterio unánime de que ellos merecen un sitial en la historia como uno de los equipos más divertidos. Ellos reúnen de todo en su plantilla, desde un líder juvenil que atrae a un montón de fanáticos con su sonrisa, sus fildeos, sus batazos y su velocidad, hasta un núcleo de jugadores experimentados que salen al terreno con pasmosos niveles de sangre fría. El chico joven es Francisco Lindor, torpedero boricua de 23 años que interpreta el béisbol de una manera peculiar y ejecuta todo una velocidad superior al resto. Su desarrollo ha sido muy rápido en cada renglón, pues a sus ya conocidas habilidades defensivas y en el bateo de contacto, ha sumado el poder, como lo reflejan sus casi 30 jonrones este año.

Lindor es el líder espiritual del equipo, quien hala de forma muy natural a los demás solo con su personalidad magnética. Pero más allá del joven, piezas de mayor experiencia en la liga también aportan en la motivación del plantel, como los dominicanos José Ramírez, Edwin Encarnación y Carlos Santana, además de los lanzadores Corey Kubler y Andrew Miller, por solo mencionar algunas. El caso de Ramírez es bien particular, porque era un hombre que hasta el pasado año nadie lo tuvo demasiado en cuenta, solo que su gran postemporada y la estabilidad de la presente campaña le han permitido ganar votos, incluso, en la carrera por el MVP del circuito. Versátil a la defensiva y con bate caliente a ambos lados del plato, el quisqueyano es una amenaza latente que machaca a los rivales con mucha frialdad. En el pitcheo, Kluber es firme candidato al premio Cy Young, el cual solo podría perder ante el zurdo de Boston, Chris Sale. Corey, un derecho de recta poderosa y una escandalosa habilidad para ponchar, no ha fallado en la racha triunfal de los Indios y ellos esperan que mantenga la línea en los cruciales partidos de play off, que comenzarán en poco más de dos semanas.

De una forma u otra todos los mencionados, y también los baluartes del banco con menos protagonismo, han sido héroes durante la cadena de Cleveland, novena que, a pesar del gran paso triunfal en el último mes, poseen, por increíble que parezca, la racha negativa más larga del béisbol. La Tribu no gana una Serie Mundial desde 1948, hace 69 años, récord que permanecía en poder de los Cachorros de Chicago, quienes arrastraban la Maldición de la Cabra y 108 otoños sin levantar el cetro, pero quebraron su maleficio el pasado curso, justo con el éxito sobre Cleveland en un emocionante duelo de siete partidos.

Cleveland desea mirarse en el espejo de los Cachorros y regresar este año a la postemporada en pos de terminar el trabajo del anterior curso, algo que es perfectamente posible, pues ya tienen en el bolsillo el pasaje a los play off y sus figuras andan en una excelente forma. A pesar de la derrota que les quebró la racha, los Indios presentan sus niveles más altos de popularidad en el presente, y más allá de la propia racha, ellos son conscientes de que, para llegar a la meta por el pergamino dorado, todavía les resta escalar la complicada cresta de octubre, cuando se escriben los récords más importantes del béisbol.