Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

miércoles, 6 de septiembre de 2017

La Roja arrasa en Liechtenstein

Por Aliet Arzola

Tras dar un golpe rotundo sobre la mesa con la victoria 3-0 ante Italia en el Bernabéu, España debía afrontar el trámite Liechtenstein, donde a la postre salieron sin rasguños y con la sensación de tener el boleto al Mundial de Rusia cada vez más cerca. La galopada triunfal en Vaduz tuvo como protagonistas a los delanteros Iago Aspas y Álvaro Morata, dos atacantes de pura sangre, el primero con clase y estilo en la conducción, el segundo con sangre fría y corazón guerrero en el área. Suyos fueron cuatro de los ocho goles españoles en el recóndito escenario, del cual sacaron los esperados tres puntos y también una renta goleadora que puede ser muy útil si aparece algún tropiezo en las fechas finales de la clasificación.

Para una nación cuya mejor ubicación en el ranking FIFA ha sido el puesto 118, hace casi una década, sucumbir ante uno de los equipos más potentes del presente siglo no es ninguna novedad. Liechtenstein, ante España, es como David frente a Goliat, solo que sin gota de heroicidad para el pequeño personaje al final de la historia. La Roja encarna a la perfección el papel de gigante y aplasta a escuadras de menor linaje, cuyo único premio es ver a candidatos al Balón de Oro y a campeones mundiales en sus dominios.

En Vaduz, por ejemplo, se paseó Isco, quien se encuentra hoy entre los tres mejores hombres del Real Madrid en la actualidad, o David Silva, uno de los violinistas más exquisitos del planeta fútbol. También campearon Morata, un delantero que no tiene límite y puede llegar hasta donde se lo proponga, o Iniesta, de vuelta en roles protagónicos tras un verano aciago en el Barcelona. Con una defensa de tres y un portero (De Gea) convertido en un muro, España fue dominadora implacable por noventa minutos que se le hicieron demasiado largos al meta, capitán y jugador con más partidos internacionales por Liechtenstein, Peter Jehle, quien sufrió el hambre de la artillería ibérica. Además de los dobletes de Morata y Aspas, por La Roja marcaron Isco tras un despiste monumental del propio Jehle, Silva en un perfecto lanzamiento de falta directa, y Sergio Ramos, quien abrió la lata apenas saltó al campo.

El festín empezó y evolucionó tan rápido que en 15 minutos ya la pizarra estaba 0-3, y a la hora ya se observaba un avasallador 0-7 que se cerró al borde del final con un autogol de Göppel, como si no fuera suficiente el castigo de los propios españoles. El guión se cumplió a la perfección, pues nadie suponía que un equipo con solo diez hombres profesionales acompañados por mecánicos y comerciantes lograra incordiar a los dobles monarcas europeos. El riesgo para España radicaba en alcanzar una renta corta de perforaciones, pero con ocho dianas y la portería imbatida mejoraron su diferencial de goles hasta +29, una cifra considerable que les permite respirar en calma.

A falta de solo dos jornadas para cerrar la ronda clasificatoria al Mundial de Rusia, España acumula 22 unidades, mientras Italia lo escolta con 19, panorama que, salvo sorpresa, no se moverá. De ser así, La Roja avanzaría directo a la cita universal y los transalpinos buscarían su boleto en los impredecibles repechajes de ida y vuelta. No obstante, Italia tiene opciones de remontar, pero debe apostar por dos tropiezos ibéricos contra Albania (en Alicante) e Israel (en Jerusalén) en octubre próximo, algo bastante difícil. Además, la Azzurra necesita barrer a Macedonia y a los propios albanos, estos últimos los únicos en el grupo con opciones de disputarle la segunda plaza a españoles e italianos.