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viernes, 29 de septiembre de 2017

La situación de Sudán, bajo mínimos

Por Elizabeth Almeida

Los rebeldes recordaron en su documento que el Consejo de Seguridad debatirá esta semana la situación en la región de Darfur y se espera que cambie el mandato de la Operación Híbrida de Mantenimiento de la Paz por una fuerza de consolidación de lo avanzado hasta ahora sobre el tema. La propuesta estadística insurgente subraya la escasez de alimentos y el deterioro de los servicios humanitarios a personas desplazadas y comenta que esta situación representa una grave amenaza a la seguridad. Según el informe insurrecto, el sistema de impunidad en Darfur sigue siendo un factor importante para la continuación del ciclo de violencia contra civiles y afecta seriamente la ya catastrófica situación humanitaria.

La situación humanitaria y de seguridad en la región centro occidental sudanesa de Darfur empeora de manera constante, al contrario de informes de entidades internacionales que deforman la realidad, según datos publicados por una organización rebelde de esa región. El Movimiento de Liberación de Sudán Minni Minnawi (MLS-MN) cuestiona en un informe de 50 páginas sobre un período de 3 meses las cifras de la ONU respecto a violaciones de derechos humanos e incluye sus propias estadísticas respecto a casos de asesinatos, secuestros, saqueos y desplazamientos que se acontecen en el territorio.

La organización insurgente describe una amplia gama de información sobre violaciones humanitarias del gobierno y atropellos contra civiles en esa región, entre el 15 de diciembre de 2016 y el 15 de marzo de 2017. El informe del MLS-MN asegura que en lugar de 84 civiles muertos durante el período en estudio, como atestigua el organismo mundial, en realidad son 216, mientras la de casos de violación y agresiones sexuales es de 279, en lugar de la de 181 referida por la ONU.

Los rebeldes recordaron en su documento que el Consejo de Seguridad debatirá esta semana la situación en la región de Darfur y se espera que cambie el mandato de la Operación Híbrida de Mantenimiento de la Paz por una fuerza de consolidación de lo avanzado hasta ahora sobre el tema. La propuesta estadística insurgente subraya la escasez de alimentos y el deterioro de los servicios humanitarios a personas desplazadas y comenta que esta situación representa una grave amenaza a la seguridad. Según el informe insurrecto, el sistema de impunidad en Darfur sigue siendo un factor importante para la continuación del ciclo de violencia contra civiles y afecta seriamente la ya catastrófica situación humanitaria.

Los antecedentes de esta crisis humanitaria se remontan al año 2011 cuando Sudán del Sur logró su independencia después de más de 20 años de conflictos internos. Lejos de representar una mejora esta situación lo convirtió en una de las naciones más pobres del planeta. Naciones Unidas ha alertado en varias ocasiones sobre los sucesos que sacuden el territorio de la nación como las limpiezas étnicas, el hambre, las violaciones grupales y el incendio de poblados.

Sudán también es uno de los principales emisores de refugiados para el resto de las naciones del continente y hacia Europa. Según cifra de la Organización De Naciones Unidas desde el año 2013 más de 1. 174 000 personas abandonaron su hogar para buscar refugio en países como Uganda, Etiopía, Sudán y Kenia. Además de las tensiones políticas en el territorio sudanés los conflictos étnicos entre los dinka y los nuer a los que pertenecen la mayor parte de la población y las figuras del gobierno, han marcado profundamente la región.

Cuando el historial de derechos humanos de Sudán se sometió al examen periódico universal de la ONU en mayo, el gobierno del país aceptó varias recomendaciones, entre ellas la ratificación de la Convención de Naciones Unidas contra la Tortura y realizar esfuerzos para prevenir la tortura y el trato degradante en los presos. Sin embargo, la nación rechazó las peticiones para eliminar las disposiciones relativas a la impunidad de la Ley de Seguridad Nacional de 2010 y garantizar la investigación independiente y el enjuiciamiento de los crímenes de derecho internacional y las violaciones de derechos humanos cometidos por el Servicio de Inteligencia y Seguridad Nacional, las fuerzas armadas y la policía.

El Movimiento de Liberación de Sudán, conocido por las siglas en inglés SLM (Sudan Liberation Movement) o SLA (Sudan Liberation Army), y también llamado Haraka Tahrir Sudan, es una asociación heterogénea de grupos rebeldes sudaneses que luchan contra los milicianos árabes Yanyauid y las fuerzas del gobierno de Sudán en el conflicto de Darfur. Se halla muy dividido en facciones. El líder de la más importante es Minni Minnawi.

El Movimiento de Liberación de Sudán se autodenominó Frente de Liberación de Darfur (Darfur Liberation Front, DLF) durante un breve período después de su aparición en febrero de 2003. El Frente de Liberación de Darfur mantenía una posición secesionista pero el Movimiento de Liberación de Sudán actual afirma no tener intenciones secesionistas, sino que tiene como objetivo derrocar al gobierno de Jartum y "crear un Sudán unido y democrático".

De esta manera África vuelve a traernos noticias mucho más inquietantes de lo que pensábamos. El continente más pobre del orbe vive dividido por constantes conflictos internos, que a pesar de que no acaparan grandes titulares, dejan un saldo de miles de muertos cada año, la mayoría de los cuáles son mujeres y niños. Las organizaciones internacionales prefieren en muchas ocasiones darle la espalda a esta nefasta situación y ocuparse de otros temas que involucran a actores sociales mucho más poderosos e influyentes que los habitantes del llamado continente negro.