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jueves, 21 de septiembre de 2017

Las inversiones chinas triunfan en América Latina

Por Gustav98

Entre 2010 y 2016, China invirtió cerca de 90 mil millones de dólares en la región. Estas han sido realizadas sobre todo en el sector de las materias primas y principalmente en Brasil y Perú. Aunque estos sectores son los fundamentales, las infraestructuras y los servicios también han captado el interés chino. Las inversiones chinas no están exentas de retos: ampliar el ámbito geográfico y principalmente, garantizar que las instituciones puente entre los dos polos económicos sean mucho más eficientes y estén más especializadas. En manos de los gobiernos latinoamericanos está aprovechar las inversiones chinas en beneficio de la población.

China es una potencia mundial. Según los cálculos, para el año 2050 se conviertirá en la primera economía mundial. Llama la atención de la opinión pública el incremento de las inversiones Chinas en América Latina, sobre todo en el sector de las materias primas y principalmente en Brasil y Perú. Aunque estos sectores son los fundamentales, las infraestructuras y los servicios también han captado el interés chino.

En el año 2010, se evidenció un máximo de los flujos inversores, pues se produjeron varias fusiones y adquisiciones relacionadas con el sector petrolero en Argentina y Brasil, todo ello en medio de un aumento de los precios de las commodities. Las cifras hablan por sí solas: entre 2010 y 2016, China invirtió cerca de 90 mil millones de dólares en la región.

Las inversiones en materias primas, que constituyen el 65% del total de inversiones chinas en el área, han tenido un impacto positivo en la región, pues han devenido en una importante fuente de empleo. Sin embrago, se está produciendo un incremento del protagonismo de los países de Asia Pacífico como suministradores de materias primas, en detrimento a las naciones latinoamericanas. Esto ha traído como consecuencia que China se interese por los sectores de la infraestructura y los servicios. Aunque vuelvo a recalcar que los recursos naturales siguen siendo el principal objetivo. De hecho, 7 de cada 10 dólares invertidos se dirigen a ese renglón.

Otra de las particularidades de la inversión china en América Latina la constituye la concentración. Solo nueve empresas del gigante asiático : Sinopec, CNPC, Sinochem, China Three Gorges, MMG, State Grid Corporation of China, Wisco, Cnooc y BCEG tienen en sus manos el 46% de las inversiones chinas en los últimos 16 años. Por la contraparte latinoamericana, Brasil, Perú y Argentina son los mayores receptores de las inversiones, pues 7 de cada 10 dólares son invertidos en ellos.

Las inversiones chinas no están exentas de retos: ampliar el ámbito geográfico y principalmente, garantizar que las instituciones puente entre los dos polos económicos sean mucho más eficientes y estén más especializadas. Según Dussel Peters, coordinador de la Red Académica de América Latina y el Caribe sobre China y coautor del último informe de este ente sobre la inversión extranjera directa en la región, “El gran problema es la debilidad de las instituciones actuales. Los funcionarios, empresarios y académicos tienden a ser todólogos. Tanto en China como en América Latina hay que tender a su especialización; si no, las confusiones serán cada vez más frecuentes”.

China se expande y su área de influencia es América Latina. Sería interesante analizar hasta qué punto los intereses de Estados Unidos Unidos se ven afectados por la predominancia asiática en la región. Ese también es un reto. En manos de los gobiernos latinoamericanos está aprovechar las inversiones chinas en beneficio de la población. Es necesario que se empleen como fuentes de empleo y que la ganancia que perciban sea reutilizada en sectores estratégicos.