Londres sigue en la mira de los terroristas
Al menos 22 pasajeros resultaron heridos luego de una explosión en un vagón del metro de la capital británica, Londres. La policía metropolitana de Londres, Scotland Yard sigue tras la pista de lo que calificó como un “incidente terrorista”. El hecho sucedió un poco después de las 8 de la mañana, cuando el metro acumulaba un centenar de personas y no provocó muertos porque el dispositivo explosivo de fabricación casera, tuvo un fallo a la hora de la detonación. El explosivo estaba diseñado para matar a todos a su alrededor pero afortunadamente falló en su objetivo de otro atentado terrorista en Europa.
Londres, la capital británica, amaneció revuelta con la detonación de un explosivo en uno de los vagones del metro capitalino, dejando a 22 personas heridas. La policía metropolitana de Londres, la famosa Scotland Yard, calificó el incidente del metro como terrorista, y que intentaba matar a muchas personas, en un horario matutino, cuando hay mucha gente en el transporte público. Al menos ese día, había 700 personas huyendo del metro.
La suerte fue que el explosivo de fabricación casera tuvo un fallo a la hora de la detonación, y no irrumpió en el metro con toda su carga explosiva y expansiva. El artefacto estuvo diseñado para matar y herir a un número grande de personas. De inmediato hubo reacciones de quienes desde el gobierno velan por la seguridad de sus ciudadanos. La primera ministra británica, Theresa May, dijo en Twitter que sus pensamientos estaban con los heridos y sus familiares, y también agradeció a los servicios de emergencia que tan prontamente asistieron a los heridos y se personaron en el lugar de los trágicos sucesos en Parsons Green. El Alcalde de Londres, Sadiq Khan, dijo que nunca serían intimidados, y de ello ya habían dado suficientes pruebas los londinenses.
Khan también pidió calma a sus ciudadanos, pero que se mantuvieran alerta. Con el atentado fallido, al menos la policía metropolitana se aseguró que Londres continúa en la mira de los extremistas. El mandatario de los Estados Unidos, Donald Trump, calificó de enfermos y dementes a quienes perpetraron el incidente en el metro de Londres. Luego se dedicó a criticar el sistema de vigilancia de Scotland Yard, y comentó que debían ser más proactivos. Inmediatamente May, le respondió diciendo que había que ser más juicioso a la hora de emitir criterios de ese tipo, cuando está abierta todavía la investigación.
El incendio del metro se inició dentro de un balde blanco donde sobresalían cables eléctricos, pero se sofocó rápidamente con seis camiones contra incendios que llegaron prestos al sitio de los sucesos. Unos 700 pasajeros estaban en el tren, que era articulado, así que la explosión hubiese sido más devastadora. Los pasajeros solo sufrieron algunas quemaduras faciales y en el cuero cabelludo, además de que sus prendas se incendiaron al momento. Recibieron cuidados al respecto, pero ninguno se reporta con heridas graves para sus vidas. El estallido, como es lógico, generó mucho pánico entre los pasajeros, que abandonaron corriendo la estación. Casi al unísono, cuentan, saltaron del tren.
Parsons Green, donde ocurrió la explosión a medias, no es una estación subterránea, lo que provocó que las salidas no se colapsaran, aunque todos salieron despavoridos y gritando lo que había ocurrido. Siempre hubo quien cayó huyendo, y otros que tuvieron que pasarle por encima para seguir en su escapada. Este sería el quinto ataque terrorista que sufre la capital británica en lo que va de 2017, pero el primero donde no hubo que lamentar la pérdida de vidas humanas. En los anteriores, fallecieron 36 personas. La propia policía informó que es el más largo lapso de tiempo, en la que la ciudad de Londres ha sido el blanco de tantos atentados, y que ha conseguido desestabilizar otros seis de gran escala. La policía sigue al tanto de los sucesos, y arreció la vigilancia en el área de trenes.
