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viernes, 22 de septiembre de 2017

Los ecologistas acusan a Tsipras del accidente medioambiental

Por LauraB

El naufragio del buque petrolero AyíaZoni II en el Golfo Sarónico en Grecia levantó las alarmas ambientales. Como consecuencia se vertieron grandes cantidades de petróleo. Autoridades del Ministerio griego de Marina griego dijeron que la situación del barco petrolero, que estaba anclado en la isla de Salamina, había mejorado. Agregaron que el bombeo de crudo que quedaba estaba marchando a buen ritmo. Fueron más de 2 mil toneladas de petróleo las que quedaron en el barco después que este encallara. También señalaron que se habían limpiado las zonas de las costas afectadas tras el vertido de la sustancia contaminante debido al accidente.

Las autoridades no tienen muy claro cuáles pudieron ser las causas del accidente porque cuando se produjo las condiciones climáticas eran normales. Detallaron que el crudo que se derramó afectó las costas de la isla de Salamina, y que el vertido cubrió también algunos kilómetros desde el puerto del Pireo hasta Vula. El desastre medioambiental provocado por el accidente puso en tres y dos la capacidad de respuesta de las autoridades griegas. Por lo pronto, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha pedido dar con los culpables del derrame de petróleo.

Lo que se sabe hasta ahora es que la licencia de navegación delAyíaZoni II estaba a punto de vencerse. Esta era una embarcación tipo cisterna cuya fecha de construcción data de 1972; para más señas se conoció que, según la legislación europea, tenía que haber paralizado sus operaciones desde el año 2003 por sus malas condiciones para transportar petróleo.

Mientras tanto, una marea negra cubre gran parte de la isla griega de Salamina, en el mar Egeo. El daño en términos económicos asciende a cerca de 500 millones y el daño político ya se está sintiendo: gupos de organización ecologistas acusan al gobierno ante lo que consideran fue una respuesta lenta ante la tragedia ambiental. Ellos dicen que el gobierno de Tsipras se quedó de brazos cruzados por dos días y calificaron el accidente medioambiental de una dura prueba para el gobierno, ello sin contar los cuantiosos daños a sectores como el pesquero, el turístico y el comercio de la zona.

"La desidia del Gobierno, que no hizo nada durante dos días dejando que la marea negra se extendiera en el área de Salamina, causó un perjuicio enorme al Pireo y a la economía de la costa de Ática", señaló un diario griego. Desidia o culpa del gobierno griego o no, el caso es que la respuesta fue tardía para parar el vertido.