Los monarcas de la gimnasia
La 47 edición del Campeonato Mundial de Gimnasia Artística está a la vuelta de la esquina. En menos de un mes comenzarán las acciones acrobáticas en Montreal, Canadá, sitio histórico para la disciplina, pues allí la excepcional Nadia Comaneci logró la primera calificación perfecta de la modalidad, durante los Juegos Olímpicos de 1976, hace ya 41 años. Con el recuerdo perenne de la alta calidad técnica y virtuosismo de la rumana, más de 400 especialistas de 70 naciones pugnarán por los máximos galardones en la urbe canadiense, donde el claro favorito en la rama masculina será el japonés Kohei Uchimura, mientras entre las féminas un gran grupo peleará por la corona aprovechando la ausencia de la estelar estadounidense Simone Biles.
La norteña ha sido una competidora indomable en los últimos cuatro años, en los que suma 19 medallas entre Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales, fruto de impresionante dominio en cada uno de los aparatos, con particular excelencia en manos libres y la viga de equilibrio. Además, la pequeña especialista, nacida en Columbus, Ohio, se convirtió en la sexta mujer que logra la corona en el concurso de máximas acumuladores tanto en lides del orbe como en citas estivales, luego del cetro alcanzado inobjetablemente en Río de Janeiro. Las anteriores estelares que habían conseguido tal hazaña son las soviéticas Larysa Latynina, Ludmilla Tourischeva y Yelena Shushunova, la checa Věra Čáslavská y la ucraniana Lilia Podkopayeva.
En Montreal, Simone Biles tendría la oportunidad de ampliar su récord de títulos como la gimnasta más integral en un Mundial, pero desde inicios de año precisó que estaría alejada de los escenarios competitivos. Dicha ausencia deja un vacío que lo pueden aprovechar varias atletas, entre ellas la holandesa Sanne Wevers, la anfitriona Elsabeth Black o las veteranas Catalina Ponor (Rumanía), triple titular olímpica en Atenas 2004, y Oksana Chusovitina (Uzbekistán),todavía en la élite tras 25 años de su corona por equipos en los Juegos de Barcelona 1992. De cualquier manera, es poco probable que estas atletas con tanto desgaste puedan lograr un rendimiento uniforme en todos los aparatos, por lo que probablemente la campeona sea una total sorpresa.
Entre los hombres, el debate es, a priori, mucho más simple, porque nadie se acerca a la calidad de Kohei Uchimura, único gimnasta en la historia capaz de ganar todos los títulos del all-around en un ciclo olímpico. El japonés no tiene rival y su maestría ha alcanzado niveles antológicos en los ejercicios en el suelo, donde sus ejecuciones presentan notas de partido muy elevadas, prácticamente inalcanzables para el resto. El Rey de Kitakyushu, su ciudad natal, también resalta en paralelas y la barra fija, aunque en los últimos le han salido contendientes de consideración en dichos aparatos, como el ucraniano Oleg Verniaiev y el cubano Manrique Larduet, dos jóvenes de mucho poder y creatividad en sus rutinas.
Es difícil imaginar que Uchimura caiga de la cima en el concurso de máximos acumulares en Montreal, porque ha reinado en de manera impresionante el all-around desde la lid global del 2009. Seis títulos en fila acumula el nipón durante estos ocho años, una racha que lo ubica como el mejor gimnasta de la historia. Si alguien logra quebrar su seguidilla, se erigirá como un gran héroe, o el mayor de los villanos. Cuestión de perspectivas. El Estadio Olímpico de Montreal dirá la última palabra.
