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jueves, 28 de septiembre de 2017

María y la devastación puertorriqueña

Por LauraB

El huracán María devastó la isla del encanto: Puerto Rico. Ante las adversidades causadas por el fenómeno natural y justo cuando el país se recuperaba del anterior, Irma, la situación replantea la relación con Estados Unidos. La ayuda que necesita la isla caribeña fue pedida al gobierno federal, a la metrópoli. Por su condición de Estado Libre Asociado, San Juan, puede pedir por ayuda. Ambos meteoros dejaron un país que también tiene sobre sus hombres el peso de su deuda pública, la cual asciende a más de 70 mil millones de dólares. El propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró a la isla caribeña como “zona de desastre”.

 

La medida permite enviar fondos para subsidios, asistencia y ayuda humanitaria para poner en proceso la recuperación de lo que queda. Sin embargo, algunos ciudadanos puertorriqueños interpretan y mezclan el asunto con cuestiones de soberanía. Otros, al contrario estiman que su estatus de territorio asociado a la nación norteña les permite una mejor, rápida y efectiva recuperación ante la ayuda del gobierno federal. Existe otra corriente, la de quienes aprovechan este momento difícil para exigir la anexión como el estado número 51 de la Unión.

Es por eso que hay que leer entre líneas. En el caso de Puerto Rico cualquiera que sea la opción que prevalezca o sea mayoría, aun cuando todas son válidas, no creo que una situación de emergencia sea conectada con el futuro político de un país. La mitad de los puertorriqueños están pidiendo la independencia de Estados Unidos. La otra mitad se divide entre los anexionistas y quienes prefieren conservar su estatus.

Lo que sí es cierto en esta oportunidad es que la devastación y la necesaria ayuda para levantarse está replanteando la conexión entre Washington y San Juan. Los fondos liberados por Estados Unidos hicieron que la Junta de Control Fiscal, entidad que sigue en las negociaciones de la astronómica deuda pública, cuestione la manera en la cual se usa el dinero. Desde Washington es visto como un ente que controla y fiscaliza los dineros enviados. Desde San Juan, como el ente colonial que lo que busca es implementar recortes de tipo neoliberal que a los únicos que afectará será a los ciudadanos de a pie.

Puerto Rico pasó días enteros sin comunicación, ni electricidad, gasolina, los centros comerciales cerrados, las infraestructuras colapsadas, sin agua potable o comida. Tras su paso por la isla del encanto, María provocó 13 fallecidos. Mientras tanto, se están calculando los golpes a la también devastada economía puertorriqueña que se declaró en quiebra en mayo de este año.