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domingo, 24 de septiembre de 2017

Máximo histórico de las remesas mexicanas en el primer semestre del año

Por Maylin

Varios factores han influido de manera favorable en el número de remesas enviadas desde Estados Unidos a México. Uno de ellos tiene que ver con el buen comportamiento del mercado laboral de ese país que ha permitido esta buena racha de remesas económicas con destino a la nación azteca que, mayormente, provienen de mexicanos que han emigrado a territorio estadounidense y envían dinero a sus familias que se quedaron viviendo en el otro lado y necesitan, con creces, este apoyo económico. Las cifras hablan por sí solas: durante el primer semestre del año en curso, los envíos ascendieron a casi 14.000 millones de dólares.

Entre enero y junio las remesas llegaron así a los 14.000 millones de dólares, lo cual representa casi un 6% más que en igual etapa del pasado año. Estas cifras alcanzadas constituyen un nuevo récord de toda la serie histórica, que comienza a partir de 1995. Según fuentes cercanas al Banco de México, las familias de emigrantes mexicanos, la mayoría con residencia legal o ilegal en el país vecino, recibieron en junio un total 2.417 millones de dólares, casi 100 dólares más que en el mismo mes del pasado 2016. Es decir, que como promedio, la remesa tuvo un valor de 311 dólares (equivalente a 5.566 pesos mexicanos), una suma económica que, si bien para el nivel de vida norteamericana no es alta, en México permite a una familia urbana de cuatro miembros tener acceso a la canasta alimentaria básica.

Entre los estados mexicanos que más recibieron remesas en este primer periodo de 2017, están Michoacán (1.416 millones de dólares), Jalisco (1.342), Guanajuato (1.230), el Estado de México (827) y Puebla (765). En tanto, Nuevo León (24%) y Sinaloa (19%), ubicadas al norte del territorio azteca, obtuvieron los mayores crecimientos del país. Según estimaciones de BBVA Bancomer, el mayor banco de México, se espera que para la segunda mitad del año en curso las remesas sigan creciendo, como hasta ahora ha sucedido, siempre y cuando la economía estadounidense continúe ofreciendo buenas cifras y perspectivas en su mercado laboral.

En este incremento de las remesas, favorables a la economía de México, existe un pero que muchas instituciones económicas advierten: la reciente apreciación del peso y la inflación diluyen gran parte del crecimiento cuando este se mide en moneda nacional. Sin embargo, el freno en el aumento de precios que las autoridades estiman implementar para los meses venideros en el país del picante, puede que otorgue mayor poder adquisitivo a las remesas que reciben las familias mexicanas, y de esta manera puedan llevar una vida más llevadera en su nación. Todo depende de que se mantenga estable la economía del país vecino, del cual depende no solo México, sino gran parte del mundo.