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viernes, 15 de septiembre de 2017

Otani pondrá rumbo a América

Por Aliet Arzola

Recuerdo perfectamente la primera vez que vi a Shohei Otani. En el año 2015, durante el torneo beisbolero Premier 12, el lanzador derecho japonés impresionó con salidas espectaculares, en las cuales fue practicamente imbateable, amparado en sus rectas explosivas y sliders que se alejaban del home con un efecto cortante, a la velocidad de la luz. En aquel momento, Otani era un chico de 20 abriles, pero su impacto en el circuito profesional nipón ya se sentía, y no solo en la lomita de los serpentineros. También con el madero, el jugador descollaba, detalle que lo convertía en una de las piezas más apetecibles cuando se dispusiera a dar el salto rumbo a las Ligas Mayores de Estados, algo que parece sucederá más temprano de lo que muchos imaginaron.

En esta misma semana, varios reportes desde Japón indican que el jugador desea jugar en MLB tan pronto como en el 2018, aunque ello supondría una enorme pérdida de dinero para el pelotero de acuerdo con el nuevo Acuerdo Laboral del béisbol norteño. Según las normas pactadas en dicho documento, Otani llegaría a las Grandes Ligas en calidad de internacional amateur, y no como un agente libre profesional, estatus que solo obtienen aquellos con 25 años cumplidos y al menos seis temporadas en sus circuitos nacionales. El nipón no cumple con ninguna de las dos condiciones, pues tiene 23 años y se ha desempeñado por cinco campañas en la Liga Profesional de Japón, por lo que solo podría firmar por bonos entre tres y cuatro millones de dólares, muy lejos de los lucrativos contratos que han estampado sus compatriotas Yu Darvish o Masahiro Tanaka, dueños de fortunas superiores a los 100 millones de dólares.

De cualquier manera, al parecer Otani le ha comunicado a su equipo, el Nippon Ham Fighters, su voluntad de marcharse a los Estados Unidos, por lo que sería incluido en el invierno en el llamado Posting System, mediante el cual las franquicias de MLB se disputan el derecho de negociar con el jugador. Dicha disputa se produce entre los clubes norteamericanos y el conjunto de Otani en Japón, y quien gané la pugna tendrá prioridad en las conversaciones con el prodigio nipón, a quien muchos han comparado con Babe Ruth por su habilidad en el box y en la caja de bateo. Nacido el 5 de julio de 1994, Shohei mide 1.90 metros y pesa 85 kilogramos, envergadura física que le permite lanzar rectas superiores a las 100 millas y conectar enormes palos bateando a la zurda.

Durante su corta carrera en Japón, Otani ha logrado más de 170 ponches en tres temporadas (10.4 por cada nueve entradas), su promedio de corredores embasados por entrada es de 1.074 y su tasa de jonrones permitidos por encuentro es de tan solo 0.4. Por si fuera poco, en el cajón ofensivo ha tenido cuatro campañas con dobles dígitos en extrabases y el 2016 despachó 22 jonrones con 67 remolques y línea de 322/416/588. Esos números, sumados a sus rutilantes herramientas en el diamante, lo colocan como un jugador de más de 150 millones en el mercado norteño, aunque su decisión de marchar cuanto antes a Estados Unidos le impedirá obtener esa cantidad de dinero.