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martes, 26 de septiembre de 2017

Para los aristócratas no hay crisis económica

Por LisyFa

Mientras decenas de miles de familias luchan por llegar a fin de mes, por pagar sus hipotecas y ahorrar dinero para mandar a sus hijos a la Universidad, en una Europa azotada por una profunda crisis económica que parece no tener fin, otras familias, las aristocráticas, han logrado sortear todas las catástrofes.

Los herederos de títulos y fortunas todavía poseen el activo más caro de Europa: sus tierras y propiedades inmobiliarias, según publica el portal ruso “Vzgliad”. Las dinastías alemanas, por solo ejemplificar, viven en residencias familiares y poseenun amplio número de castillos y palacios. En Reino Unido se calculó que, en el año 2010, al menos un tercio de las tierras británicas, las más caras del mundo, estaban en manos de la aristocracia local.

Como si estuviéramos en presencia de una novela caballeresca de otro siglo, en sus castillos y palacios, los nobles guardan un sinfín de libros, obras de arte, artefactos históricos de colección, antigüedades. Curiosamente, la nobleza europea rara vez aparece en la lista de Forbes, que publica anualmente las mayores fortunas del mundo. Y es que es imposible calcular el valor total de la riqueza de esas familias aristocráticas, adquiridas a lo largo de siglos. Además, esos aristócratas europeos utilizan hábiles estrategias para evitar los impuestos sobre las herencias o la venta de propiedades.

Y como es de suponer, el interés de esas familias nobles no es solamente económico sino también político, y con frecuencia reciben determinadas cuotas de poder. Por ejemplo, la nobleza británica ejerce actividades legislativas en la Cámara de los Lores. Actualmente, por ejemplo, en el Gobierno de Theresa May, formado en junio de 2017, figuran un conde, un vizconde y tres barones.

Algunos aristócratas, además, son asiduos a utilizar la práctica de los paraísos fiscales. Así, por ejemplo, los príncipes de Mónaco convirtieron su Estado en el más famoso paraíso fiscal para individuos. Algo similar hicieron los duques de Luxemburgo, en su caso para las empresas.

En el siglo XX, las familias nobles sobrevivieron guerras y crisis políticas, y a veces, cooperaron con los regímenes políticos de hombres como Benito Mussolini, Francisco Franco o Adolf Hitler. Ahora, en el siglo XXI, mantienen sus fortunas y han transitado con éxito por el cataclismo que representa la crisis económica actual.