Pese a caída, la Real Sociedad seguirá siendo una amenaza
Al margen de los golpes de Leo Messi que, por su estruendo, han despertado al Barcelona, la Real Sociedad es el equipo que más había impresionado en el inicio de la Liga Española. Tres victorias en igual cantidad de salidas era el saldo del plantel hasta que cayeron a manos del Real Madrid (1-3), muy a pesar del técnico Eusebio Sacristán, quien ha dotado a sus jugadores de gran personalidad y mucha hambre. De cualquier manera, los txurri-urdin igualaron su mejor inicio liguero, que databa 1981, casi 40 años atrás, cuando también lograron tres sonrisas. En aquella oportunidad, el conjunto de San Sebastián terminó ganando su segunda corona doméstica en fila, las dos únicas de su historia.
Ahora, si bien han estampado un gran comienzo de temporada, el panorama es muy diferente, porque los clubes más poderosos en España han ampliado la brecha respecto a los rivales en cuanto a profundidad de sus plantillas y acaparamiento de los mejores jugadores, detalles que a la postre pasa la cuenta los más débiles. Una pista de ello pudo verse este fin de semana, cuando el Madrid desembarcó en San Sebastíán con la soga al cuello, lastrado por bajas importantes y luego de dos pálidos empates en la competición doméstica. Sin embargo, los blancos no creyeron en el buen momento de los vascos tras su debut con goleada 4-0 en la Europa League frente al Rosenborg, y los derrotaron con otro gran desempeño de Modric, Isco y Asensio, tres que han hecho olvidar aquello de que los merengues jugaban con una célebre BBC. Ellos marcaron el ritmo de un encuentro en el que la apuesta de Zidane por Borja Mayoral, el delantero sin carretera, rindió frutos con el gol que abrió la lata, mientras Bale se imponía en su territorio de carrera con el tanto que cerró el debate en Anoeta.
Pese a la derrota, la Real Sociedad puede mantener intacta su fe y aferrarse a los ejemplos del Atlético de Madrid o el Sevilla, quienes han “robado” títulos en las últimas campañas al Real Madrid y al Barcelona. Los vascos están capacitados para pelear sin tregua contra los monarcas, amparados en un grupo sólido de jugadores, varios con experiencia de años en el máximo nivel y otros jóvenes de gran talento que buscan asentarse en la cima. Vital en este arranque perfecto de los txurri-urdin ha sido el centrocampista Asier Illarramendi, realista de cuna que probó suerte en el Real Madrid y regresó a casa con el firme objetivo de triunfar. Criado con los videos de Xabi Alonso en pantalla, Illarra despuntó como un medio inteligente, de buen toque y distribución, y fiable en la recuperación, aunque su proyección ofensiva no llamaba mucho la atención. Luego de varias temporadas, el chico ha crecido y hoy es líder de la Real Sociedad en la medular, por donde se mueve con soltura junto a Xabi Prieto y Zurutuza.
Con dos escuderos de enorme experiencia, Illarra ha aumentado su protagonismo, y en las tres primeras jornadas de La Liga no solo anotó un doblete crucial ante el Deportivo, sino que también aparece como uno de los mejores pasadores del certamen, con niveles de aciertos bien altos, al estilo de Kroos o Rakitic. Como mencionamos, el complemento de Prieto y Zurutuza influye mucho en los destinos de la Real, pues son dos jugadores muy conocedores de La Liga, sólidos y con acierto de cara a la portería. En cuestiones de ataque, el plantel también cuenta con hombres de pegada, comandados por William José, un delantero nato que pelea de espaldas al marco, remata con las dos piernas y domina el juego aéreo. Las florituras arriba van por cuenta del mexicano Carlos Vela, mientras Juanmi, Oyarzabal y Sergio Canales se reparten roles en la creación y desborde gracias a sus habilidades.
La defensa tampoco desentona, con el liderazgo precoz del joven Álvaro Odriozola, lateral derecho que pretendió el Real Madrid. El chico forma un tándem efectivo con el carrilero zurdo Diego Llorente, quien resalta también por su proyección ofensiva. En el centro de la zaga, Iñigo Martínez, De la Bella y Elustondo custodian el pase de los rivales, mientras el argentino Gerónimo Rulli, a sus 25 años, se consolidado como un guardián de garantías bajo los tres palos. Todos ellos buscarán mantener la racha triunfal.
