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jueves, 7 de septiembre de 2017

¿Podrá Trump sacar adelante su reforma fiscal?

Por Economía Newsgur

Donald Trump espera lograr lo que ningún otro presidente ha conseguido desde Ronald Reagan: simplificar el sistema fiscal. George W. Bush redujo los impuestos para impulsar la economía. Posteriormente, Barack Obama prorrogó dichos recortes, pero su propia promesa de simplificar el régimen tributario nunca se concretó. El sistema fiscal se ha mantenido básicamente sin cambios durante 31 años y, además de su deseo de reducir el número de tramos de la escala tributaria y bajar el tipo del impuesto de sociedades al 15%, Trump poco ha dicho sobre las posibles modificaciones del régimen fiscal.

Será difícil conseguir que se apruebe cualquier cambio en los impuestos. Trump está tratando de llevar a cabo la reforma en un entorno político mucho más polarizado que el afrontado por Reagan en 1986. El líder de la minoría en el Senado, Chuck Summer, ya ha prometido que combatirá con fuerza las propuestas, y los demócratas se opondrán a los recortes del gasto para financiar los recortes de impuestos. Además, algunos republicanos podrían objetar a la reforma si el efecto neto fuera un incremento significativo del déficit presupuestario.Pero aunque una reforma fiscal integral pueda resultar inalcanzable, creemos que si los republicanos persiguen cambios menos ambiciosos, la legislación podría aprobarse en los próximos seis a nueve meses: dicha reforma podría no suponer un gran estímulo para la economía estadounidense, pero sin embargo, podría darle un impulso adicional a las acciones de EE.UU.La reforma fiscal debería ser más fácil de aprobar que la sanitaria. A diferencia de esta última, donde existían divisiones ideológicas en el seno del partido, casi todos los republicanos están de acuerdo, en principio, con un recorte de los impuestos. Además, las distintas partes de la ley sanitaria eran difíciles de dividir y tratar por separado. Por el contrario, en este caso los republicanos pueden centrarse en una reducción limitada del impuesto de sociedades, en lugar de en un paquete más integral.Un recorte de ese impuesto no debería aumentar demasiado el déficit presupuestario y, por lo tanto, no se encontraría con la oposición del ala dura del partido republicano. El impuesto de sociedades recauda USD 300.000 millones al año –apenas un 1,6% del PIB–, en comparación con USD 1,5 billones en el caso de los impuestos sobre la renta de las personas físicas. El deseo de Trump de reducirlo al 15% podría ser demasiado ambicioso, pero recortar el tipo del impuesto general sobre sociedades del 35% al 25% podría ser factible.Los republicanos anhelan aprobar leyes para demostrar que pueden gobernar y para impresionar a los votantes antes de la campaña para las elecciones de mitad de legislatura que tendrán lugar en la primavera/verano del año próximo. Por otra parte, Trump necesita demostrar que alguna de sus políticas ha salido adelante y probablemente daría su aval para casi cualquier forma de acuerdo.Si bien el éxito de la reforma dista mucho de ser algo seguro, el mercado estima que las probabilidades de un acuerdo son del 55%. Tras la elección de Trump, las acciones repuntaron debido, en parte, a la esperanza de rebajas de impuestos que aportarían un estímulo fiscal e impulsarían el PIB y los beneficios empresariales. Un paquete de reforma fiscal limitado no aportará el estímulo al crecimiento que se preveía en noviembre pasado, pero sigue siendo probable que su impacto en la bolsa sea positivo.Según nuestras previsiones, una reducción de 10 puntos porcentuales del tipo del impuesto de sociedades podría impulsar las acciones estadounidenses entre un 3% y un 5% a corto plazo. Las más beneficiadas con ello serían las acciones con alta exposición local, incluidas las de baja capitalización y las de los sectores financiero y de telecomunicaciones.