Portazo de Trump a los venezolanos
El controversial veto migratorio firmado en marzo por la administración de Donald Trump incluía antes a solo dos países de mayoría musulmana, pero ahora esa situación cambió e incluso se incluyó a un país latinoamericano, Venezuela. La Casa Blanca anunció que extendería las restricciones a tres más, además del país gobernado por Nicolás Maduro, también estarán Chad y Corea del Norte. Antes estaban países como Irán, Libia, Siria, Yemen y Somalia, en total serán afectados ocho países. Según el comunicado, Venezuela no coopera, ni ofrece información para la seguridad nacional de Estados Unidos. Pero la restricción no va a todos los venezolanos, si no a ciertos funcionarios del poder en Venezuela.
El por qué del veto, a ciertos personajes del poder en el país latino, se resume en un párrafo del comunicado del gobierno de Trump. Dice que Venezuela no coopera en verificar si sus ciudadanos representan amenazas a la seguridad nacional de los Estados Unidos, o la seguridad pública, y no comparte rutinariamente información relacionada con la seguridad pública y el terrorismo. Agregan que no cooperan plenamente con recibir a sus nacionales expulsados de territorio americano.
Si no hay cooperación estricta - que el gobierno norteamericano dice precisar - resulta que habrá veto. Veto, que no afecta directamente a los ciudadanos, si no a ciertos funcionarios del gobierno bolivariano, responsables de que existan dichas deficiencias, según ellos. La Casa Blanca los identifica de la siguiente manera, además de ellos, también quedan vetados, sus familiares. Se pondría en acción, desde el 18 de octubre próximo.
Los organismos gubernamentales que quedan restringidos son el Ministerio del Poder Popular para las relaciones interiores, Justicia y Paz, el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional y el Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores.
La medida también afecta a los familiares directos de quienes allí trabajan. Antes en la ONU, Trump había acusado a Nicolás Maduro de establecer una dictadura socialista que ha causado un dolor terrible a sus ciudadanos. Algo que apuntaba como el preámbulo de nuevas medidas en contra del proyecto de gobierno venezolano. “Su régimen corrupto ha destruido la prosperidad de su nación, imponiendo ideologías fallidas que crean pobreza y miserias”, dijo el mandatario en Nueva York la semana pasada, sobre el gobierno venezolano. Agregó que los venezolanos mueren de hambre, mientras su país colapsa. Sus instituciones democráticas están siendo avasalladas por el gobierno, y la situación allí es inaceptable, pero no se puede uno quedar parado y de brazos cruzados. Hay que actuar, dice Trump, y es por ello que está tratando “de que recuperen su libertad y restauración de su democracia”. La decisión del Tribunal Constitucional de Venezuela de atribuirse las funciones de la Asamblea Nacional, desató meses de polémicas y protestas.
El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza, rechazó lo que dijo Trump en la ONU, y dijo que ese lenguaje recordaba las peores horas de la Guerra Fría. Agregó además que la Revolución en Venezuela se ha construido a través de las urnas, y por lo tanto cumple los parámetros democráticos. No es la primera sanción que reciben los allegados al gobierno de Maduro, y el propio Maduro en sí. Ya se firmó una orden financiera en contra, sobre nuevas emisiones de deudas, y de bonos por parte de la estatal PDVSA, y pago de dividendos al gobierno.
Nicolás Maduro también fue incluido en la lista negra de la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, congelando así todos sus bienes en territorio americano, e impidiendo que cualquier institución de ese país, realice transacciones con él. Esto al parecer, es solo algo más de una larga lista de sanciones, que sobrevienen sobre los gobernantes y allegados a la Revolución Bolivariana.
