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miércoles, 13 de septiembre de 2017

¿Quién gobierna Internet?

Por deltoro

Todos sabemos lo importante que es Internet, pero hay una pregunta que rara vez nos hacemos: ¿cómo se controla este medio? Suele creerse que Internet es completamente libre, pero eso no es del todo cierto. Por nombrar cualquier ejemplo, ya todos conocemos el letrero que dice "este vídeo no está disponible en tu país". Si nadie controla Internet, ¿cómo es posible que pase eso?

Todos sabemos lo importante que es Internet, pero hay una pregunta que rara vez nos hacemos: ¿cómo se controla este medio? Suele creerse que Internet es completamente libre, pero eso no es del todo cierto. Por nombrar cualquier ejemplo, ya todos conocemos el letrero que dice ¨este video no está disponible en tu país¨. Si nadie controla Internet, ¿cómo es posible que pase eso?

Antes de hacerle frente a estas preguntas, hay que responder otra primero: ¿Qué es exactamente Internet? Le decimos la nube, hablamos de subir o bajar información y la verdad es que estas metáforas no son muy adecuadas. Si algo es Internet, es una red de redes, pero eso tampoco aclara confusiones. Pensemos, más bien, que estamos hablando de tres cosas distintas tres capas cuando hablamos de Internet. La primera capa recoge la infraestructura: cables, enormes cables interoceánicos, que sirven para transmitir información. A esto hay que sumar los famosos servidores. O sea, computadores que almacenan muchísima información.

La segunda capa está hecha de protocolos de comunicación. Esos cables y esos computadores no servirían de nada si no hubiera reglas para transmitir información entre todos los puntos de la red. Rara vez se habla de algo así como la invención de Internet porque no fue propiamente una tecnología nueva, como sí lo fueron la televisión y la radio. Ya teníamos computadores y cables de teléfono sin que tuviéramos Internet. Lo que nos faltaba era definir las reglas para establecer comunicación. A eso nos referimos cuando hablamos de protocolos. Quizás el más famoso es el Protocolo de Internet que sirve para distinguir el origen y el destino de un paquete de información.

De ahí que haya direcciones IP. Finalmente, la tercera capa es la que todos conocemos: la información como tal. Como los servidores que contienen toda esa información están conectados, cualquier persona puede decir, en un sentido tal vez no literal pero sí muy práctico, que, por ejemplo, este mismo vídeo está en Internet.

Todo el mundo ha subido al carro de Internet

La red de redes ha crecido y sigue creciendo a una velocidad asombrosa gracias a la participación voluntaria de múltiples actores. Eso incluye gobiernos, pero también empresas privadas, comunidades académicas y tecnológicas, además de la sociedad civil. La arquitectura de Internet, descentralizada y abierta por diseño, dio lugar a un modelo de colaboración que funciona sobre la base del beneficio mutuo; los actores simplemente decidieron participar.

Es acá donde surge el tema de la gobernanza de Internet. Es decir, los asuntos relacionados con el desarrollo y aplicación de principios, normas, reglas procedimientos y programas que dan forma a la evolución y uso de Internet.

El momento crítico llegó en los años noventa cuando se dieron dos hechos que cambiaron el panorama de la gobernanza en Internet. Por un lado, los organismos encargados de la coordinación de la segunda capa, la de los protocolos, ya no pudieron continuar llevando el perfil bajo que tenían hasta ese entonces. El caso de la administración del sistema de dominios, algo así como el directorio telefónico de Internet, es un excelente ejemplo de esto.

El otro gran hecho que modificó el panorama de la Gobernanza de Internet fue la implementación de nuevos protocolos que permiten ubicar a los usuarios. La geografía no es necesaria cuando se trata de enviar paquetes de información pero sí es un criterio muy útil para decidir cuáles son los paquetes que se quieren enviar. La motivación principal para integrar esta herramienta no fue el control de Internet sino el potencial comercial que se puede explotar al hacer distinciones geográficas. Cuenta la leyenda que alguien de Yahoo, de visita en Francia, vio una página web con publicidad para la venta de flores en Nueva York y se dio cuenta de que era ridículo no hacer nada al respecto.

¿Cómo funcionan los sistemas que ubican a los usuarios? Pues bien, sabemos en dónde están los servidores, básicamente porque ocupan grandes edificios, pero no dónde están los usuarios. Lo que el sistema hace entonces es tomar nota automáticamente de todos los servidores que pasan un paquete de información cuando éste se mueve por la red. Cruzando referencias de bases de datos, se puede inferir la ubicación del usuario.

Estamos todos controlados

Las repercusiones de este cambio fueron enormes. En términos generales, desde ese momento se abrió la posibilidad de que cada gobierno controle lo que pasa dentro de su territorio sin que el resto del mundo se vea afectado, al menos en teoría.

Hace algunos años, Google tuvo que sacar de sus resultados en Estados Unidos a una página web danesa que publicó los textos secretos de la cienciología. Los cienciólogos no querían que esa información se conociera y, estratégicamente, apelaron a los derechos de autor para lograr que fuera censurada.

No se puede controlar Internet como tal, pero el principio de soberanía le da poder a los gobiernos sobre los intermediarios y éstos, a su vez, tienen poder sobre lo que pasa en la red. Casos se pueden encontrar para defender ambas posturas. El punto es mucho más sencillo: algo que antes no era posible, ahora sí lo es y, como resultado, la información disponible en Internet no es la misma para todos los países.

Por esta razón, muchas de las organizaciones que regulan los protocolos obedecen a un modelo de gobernanza multistakeholder otra palabra incómoda, como gobernanza, con la que no sabemos muy bien qué hacer. Es decir que los representantes de los distintos sectores participan en la toma de decisiones sobre lo que ocurre en la segunda capa, a través de organismos como la propia ICANN.

Sin embargo, entre el modelo de gobernanza con representantes de diferentes sectores y el modelo de negociaciones a nivel de los Estados, existe una tensión, empezando porque esas organizaciones que velan por el desarrollo y el funcionamiento de Internet, en últimas, tienen que rendirle cuentas a Estados Unidos. Uno de los grandes debates a nivel de la ONU es precisamente aquel sobre la autoridad que los demás gobiernos del mundo reclaman y que no tienen en lo relacionado con los protocolos de Internet. En todo caso, ya vimos que los demás gobiernos cuentan con un arsenal de tácticas para influenciar indirectamente lo que pasa en Internet al interior de su país, aunque con frecuencia las repercusiones son internacionales.

Finalmente, como iniciativa para lidiar con todas estas tensiones, desde 2005 existe el Foro para la Gobernanza de Internet, en el que nosotros, como sociedad civil, tenemos la posibilidad de participar en igualdad de condiciones junto con el sector privado, los técnicos y los representantes gubernamentales. El Foro fue impulsado por la ONU, ocurre cada año en una nueva ciudad del mundo y allí se discute sobre todos los temas enunciados hasta ahora. Pese a que el Foro no tiene poder de decisión, es un espacio de diálogo que legitima el modelo multistakeholder y allí se da la posibilidad de un encuentro libre entre todos los actores.

Acaso por el hecho de que no se toman decisiones, se trata del escenario donde se llevan a cabo los debates más interesantes sobre este tema.

Fuentes