Rusia y Estados Unidos, juntos en la Luna
Olvidándose de competencias o encillas políticas, los gobiernos de Washington y Moscú trabajarán de conjunto para construir una estación orbital en torno a la Luna en el marco del programa “Deep Space Gateway” (Portal de Espacio Profundo). La agencia espacial rusa Roskosmos anunció el miércoles un acuerdo con la NASA para colaborar en el proyecto estadounidense.
El ambicioso propósito pretende construir una estación en órbita lunar, que sirva como punto de enlace entre misiones a otros planetas y la Tierra. Esa estación es considerada imprescindible en el programa para lograr vuelos a Marte y al resto del Sistema Solar. La firma del acuerdo ocurrió en Australia, donde se celebra el 68º congreso internacional de astronáutica.
Según el acuerdo, esta primera estación en la Luna tendrá tres módulos: uno para generar energía eléctrica, otro para que vivan los astronautas y un tercero con laboratorios similares a los de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés). Además, la instalación también podría funcionar como una base donde los astronautas podrán entrenarse para ir a Marte o convertirse en la nave nodriza de misiones de exploración lunar.
Ya la NASA (Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio) había anunciado hace algunos meses su trabajo en el proyecto “Deep Space Gateway”, que tiene como objetivo enviar a los astronautas en órbita lunar gracias a los nuevos cohetes desarrollados por la agencia espacial estadounidense. Por su parte, Rusia, sueña con abrir una base científica en la Luna, y espera llevar a cabo sus primeros vuelos lunares antes del año 2031.
“Ambos socios tienen la intención de desarrollar normas técnicas internacionales que serán utilizadas en el futuro, incluyendo la creación de una estación orbital alrededor de la Luna. Tanto Roskosmos como la NASA ya se pusieron de acuerdo sobre las normas de la futura estación”, dijo la agencia rusa en su comunicado, donde explicó, además, que la creación de esta estación orbital no empezará hasta mediados de 2020.
Las agencias espaciales de Europa (ESA), Japón y Canadá también están interesadas en este ambicioso programa espacial, que aún no se han sumado a este nuevo proyecto.
El espacio es uno de los escasos sectores de cooperación bilateral no afectados por las tensiones entre Estados Unidos y Rusia. La construcción de esta estación orbital es otro ejemplo que demuestra que las grandes potencias, a pesar de las discrepancias, cuando tiene intereses comunes saben lograr acuerdos de cooperación.
