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miércoles, 27 de septiembre de 2017

Una nueva amenaza para los refugiados rohinyás de Bangladés

Por Marta A.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) teme lo peor. Ya lo advirtió desde inicios de la semana, cuando llamó la atención del elevado riesgo de que se desate una epidemia de cólera en los campamentos de refugiados rohinyás de Bangladés, donde una cifra superior a las 435.000 personas encontraron refugio luego de huir desesperadamente de la violencia en Birmania.

Luego de un mes de haber comenzado este nuevo éxodo de lo que se considera la minoría musulmana perseguida en ese país, los rohinyás se instalaron en alrededor de 68 campamentos del sur de Bangladés, donde una de las mayores problemáticas es que no tienen siquiera acceso a agua potable o infraestructuras sanitarias que garanticen una estabilidad epidemiológica en esa situación. De ahí que el comunicado emitido por la Organización Mundial de la Salud advierta con precisión que el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua en este grupo poblacional es altísimo, y exista en particular un riesgo elevado de cólera, subrayó el organismo de Naciones Unidas.

Según los servicios locales de información, unos diez refugiados rohinyás murieron en Bangladés, fundamentalmente debido a heridas de bala o también de minas antipersonales en Birmania, se conoció. Asimismo, debido a enfermedades diarreicas, alrededor de 4.500 personas recibieron atención médica en tan solo un mes, y unos 80 mil niños fueron inmunizados contra el sarampión y la poliomielitis.

"Si bien estamos haciendo todo lo que podemos”, declaró el director adjunto de los servicios de salud de Bangladés, Enayet Hossain, "admitimos que estamos inquietos con la situación y lo que pudiese suceder", dijo. La propia organización Médicos Sin Fronteras (MSF) advertía la pasada semana que los campamentos de rohinyás, tenían todas las condiciones para precipitar una catástrofe sanitaria, que opinan ya “está en incubación”.

La ONU informó que planea lanzar una petición "enorme" de fondos para atender las necesidades de 1,2 millones de personas a partir de la llegada de más de 400.000 rohinyás, en solo el último mes a Bangladesh, y reconoció que todavía está "muy lejos" del nivel de respuesta que se requiere para atender a los refugiados.

Las amenazas no parecen dar tregua a estos desplazados, solo que del cólera puede ser más difícil escapar.