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viernes, 1 de septiembre de 2017

Uno de cada 10 niños no se vacunó en el 2016

Por Marta A.

Uno de cada diez niños en el mundo estuvo, el pasado año totalmente desprotegido. A uno de cada diez pequeños le tocó cargar con la “cobardía” de un mundo que es culpable de que no recibiera ni una sola vacuna, contra ninguna enfermedad. Esta historia la escribieron unos 12,9 millones de lactantes en todo el planeta, según las estimaciones más recientes realizadas por la Organización Mundial de  la Salud y UNICEF. Ello, para ser más exactos significa que a ninguno de estos bebés, sobre todo, se les administró la primera dosis de la vacuna contra enfermedades como la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTP), por lo cual están expuestos a un riesgo importante de contraer estas enfermedades potencialmente mortales en el futuro.

Y no termina ahí, sino que además las estadísticas sanitarias internacionales calculan además que a unos 6, 6 millones de lactantes, los cuales recibieron la primera dosis de la vacuna DTP, no se les administró posteriormente la serie completa del inmunógeno en el año 2016. La OMS ha señalado que el porcentaje de lactantes a los cuales no se les suministra la serie completa de vacunas sistemática no ha crecido desde el año 2010, y se mantiene sobre el 86 %, es decir, unos 116, 5 millones de lactantes, como tampoco se han evidenciado cambios importantes en este aspecto al interior de los países y regiones durante el 2016. El Objetivo mundial de desarrollo sostenible plantea alcanzar una cobertura de vacunación del 90 %, y aún el mundo se encuentra lejos de lograrlo.

El panorama es más complejo aún, plantea el director del departamento de inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la OMS, el doctor Jean-Marie Okwo-Bele, quién enfatizó en una realidad todavía más dura, y es que los lactantes que no son inmunizados son, explicó, en su mayoría, “los mismos niños que no son atendidos por los sistemas de salud”.

La probabilidad de que ninguno de estos lactantes se haya podido beneficiar de otros servicios sanitarios básicos es altísima, dijo, al tiempo que reiteró que si el mundo quiere subir el listón de la cobertura sanitaria mundial, los servicios de salud deben priorizar y atender a los niños desatendidos.

En ese sentido, refirió que cada contacto que estos tengan con el sistema de salud debe considerarse una ocasión para vacunar, que no pude perderse.

La vacunación constituye una de las intervenciones más seguras, eficaces y rentables de los sistemas de salud, y es una práctica que permite actualmente prevenir anualmente entre 2 a 3 millones de defunciones por difteria, tétanos, tos ferina o sarampión. Que millones de niños estén en riesgo de morir por desigualdades que impiden el acceso a una cobertura de vacunación completa, es algo de lo que la humanidad debería sentirse avergonzada.