Alemania quiere ganarse a Corea del Norte con diplomacia
Una de las mujeres más poderosas de Europa y del mundo: Ángela Merkel ha dicho abiertamente que está en contra de una opción militar contra Corea del Norte. La canciller de Alemania dijo que esa idea, defendida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es descabellada. Destruir a Pyongyang no es la solución del conflicto y las tensiones en la península coreana, aseguró la Merkel. Para la experimentada política germana la solución a la crisis pasa por la vía diplomática. De esta forma dejó claro que la posición de uno de los países con voz y voto en la comunidad internacional.
Considero sumamente importante que Berlín opte por la vía del diálogo para resolver la cuestión coreana. La solución no es la violencia. Es positivo que Alemania muestre su consideración respecto a la escalada del conflicto entre Estados Unidos y Corea del Norte. Antes lo hicieron China, Rusia y otros actores de peso dentro de la actual correlación de fuerzas políticas en el mundo.
Merkel refirió respecto a Pyonyang que cualquiera otra opción se puede tomar en cuenta. La canciller de Alemania puso sobre la mesa que la opción para calmar los ánimos belicistas de ambos lados es sentarse a dialogar para alcanzar un acuerdo. El asunto de Corea del Norte nos concierne también y por eso las autoridades alemanas están dispuestas a asumir responsabilidades, agregó la política.
Corea del Norte ha realizado en lo que va de este 2017 seis ensayos nucleares. El último fue un misil a una distancia nunca antes lograda sobre Japón. Ante las amenazas de occidente, o sea de Donald Trump, el presidente norcoreano, Kim Jong-Un responde con más lanzamientos de misiles. Ante ello el ocupante republicano de la Casa Blanca dijo que si su país se ve forzado a defenderse no le quedará más remedio que destruir “totalmente” a Pyongyang.
Mientras tanto, Corea del Norte sigue probando fuerza y enseñando músculo a la vieja usanza. Incrementa por día los ejercicios militares que suben las tensiones con media comunidad internacional.
También sería bueno recordar a Pyongyang el hecho de que una guerra nuclear no es bueno para ningún país en el mundo. Evitar o limitar al menos los lanzamientos de misiles balísticos, algunos con alcance continental, sería un buen primer paso en ese sentido. También que Estados Unidos pare con sus desenfrenados encontronazos verbales con el país asiático. Si ambos se llaman a capítulo las tensiones podrían quedar en el olvido.
