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sábado, 28 de octubre de 2017

Candela, el pueblo que paga por vivir allí

Por Mgo87

Ya se había escuchado que países como Canadá tienen amplios programas dedicados a potenciar el poblamiento de algunas de sus regiones más frías y distantes de la capital de ese gran territorio norteño. Programas que benefician en mayor medida a los inmigrantes que llegan buscando la mejor vida que no encuentran en sus respectivos países de origen. Sin embargo, esta estrategia también la están usando pequeños pueblitos europeos que están al borde de la extinción, y de esta manera luchan por su sobrevivencia. Es el caso de Candela, un pueblito medieval italiano ubicado en Foggia, un hermoso poblado que intenta por todos los medios recuperar el brillo de épocas pasadas.

Foggia es la región italiana conocida por ser el "taco” de la bota que conforma toda la península itálica. Desde su intendencia se proponen planes y proyectos para incentivar a solteros, parejas y familias a mudarse a Candela y comenzar una nueva vida en este pintoresco territorio medieval. En décadas pasadas, esta ciudad conocida por los viajeros como Pequeña Nápoles, llegó a tener una población de más de ocho mil residentes. Sin embargo, los tiempos han cambiado, y hoy solamente se contabilizan alrededor de tres mil ciudadanos. Ante esta situación, que va en el camino de convertir a Candela en un poblado fantasma, el alcalde anunció una medida inédita: comprarían nuevos habitantes.

El objetivo estaba claro: sobrevivir, volver a tener una ciudad con calles llenas de caminantes, turistas, comerciantes y vendedores tal como sucedió hasta la década de 1960, en que cayó en picada la economía y los productores rurales fueron cerrando por falta de financiación. Esto ocasionó, como una reacción en cadena, la emigración de los más jóvenes, que a buscar trabajos en otras zonas del país, o incluso en otras naciones. Es así que desde la alcaldía se busca repoblar lo más rápido posible esta ciudad. En este sentido, Nicola Gatta, alcalde de Candela, explicó que para lograrlo ofrecen 800 euros para los solteros dispuestos a mudarse; 1.200 euros para parejas, de 1.500 a 1.800 para familias de tres miembros, y más de 2.000 euros para familias conformadas de cuatro a cinco personas.

Según ha informado el propio alcalde, seis familias del norte de Italia ya se mudaron a Candela y otras cinco iniciaron los trámites para efectuar pronto a mudanza hacia esa localidad. Otro incentivo del plan tiene que ver con la propuesta de alquileres asequibles para los interesados en vivir en la ciudad medieval, quienes deben demostrar ingresos de solo 7.500 euros por año.

Es así como Candela intenta sobrevivir a su propia extinción. Sin embargo, no es la única. En Bormida, una aldea de la región montañosa de Liguria, en el noroeste, también trató de implementar una idea similar, pero en este caso no tuvo éxito. También fuera de las fronteras de Italia se da este fenómeno. En Suiza, el pueblo montañés de Corippo está dando batalla por subsistir, cosa que tiene mucho más difícil al contar solamente con 16 residentes que se acercan a los 90 años.