Cataluña, entre la legalidad y la autodeterminación
Más del 90 por ciento de la participación, a favor. Una brutal represión por parte de los cuerpos policiales del gobierno central en Madrid. Imágenes de una España que casi no se recordaba. Debates encendidos en las redes sociales. Los pedidos de dimisión del presidente conservador Mariano Rajoy. Estos fueron los resultados del polémico referendo secesionista realizado el pasado 1 de octubre en la región autónoma española de Cataluña. ¿Cómo reaccionar cuando las bandas secesionistas insisten en reclamar la independencia, mientras que Madrid lo califica de ilegal? ¿Cuál es el próximo paso ahora? Lo único cierto es la cifra de heridos: 893. La gran mayoría de las víctimas con heridas por golpes y cortes.
La policía empleó bastones y balas de goma para contener a los manifestantes. Sus acciones estuvieron avaladas por una orden judicial que les permitió frenar cualquier tipo de avance de la consulta. Así, patearon y golpearon a las personas que se congregaron en las principales calles de Barcelona.
Tras la celebración del referendo, el presidente del gobierno regional, conocido como Generalitat, Carles Puigdemont, dijo que votarían en el parlamento catalán para realizar una declaración de independencia. Mientras tanto, el mandatario español, Mariano Rajoy, sostuvo un encuentro con líderes del movimiento político gobernante para luego pedir una comparecencia ante el parlamento para discutir cómo abordar la crisis más grave del país en años. Rajoy declaró que el ejercicio democrático del Ejecutivo catalán no existió, y celebró que el Estado de derecho impidiese su celebración. Según el gobernante, las fuerzas del orden actuaron contra quienes pretendían aniquilar la Carta Magna del país ibérico sin tener en cuenta la opinión del resto de los ciudadanos.
El referendo se evitó con el respaldo de la ley, la determinación de los tribunales y la actuación de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, sostuvo Rajoy en una conferencia de prensa.Sin embargo, Puigdemont, interpretó lo acontecido como un uso desmedido de la brutalidad policial, el cual calificó como absolutamente injustificada.
En signo de protesta contra la violencia por parte de los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, el equipo de fútbol Barcelona jugó a puertas cerradas. Además su integrante, Gerard Piqué se refirió a los incidentes y los calificó de “vergonzosos”. Del otro lado, la Unión Europea dijo que el referendo era ilegal, pero denostó los ataques brutales de la policía contra los ciudadanos que intentaban votar.
Otro resultado del ejercicio del pasado domingo: la violencia no puede ser la respuesta. Solo el diálogo político es la vía para resolver la situación.
