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sábado, 14 de octubre de 2017

Demencia, el olor a la contaminación

Por javier91

Investigadores de la universidad estadounidense de Chicago informaron en un estudio publicado hoy que las pruebas para detectar la pérdida de la capacidad olfatoria podrían ser útiles para identificar precozmente el riesgo de demencia en mayores. Como parte de estudio, siguieron durante cinco años la evolución de casi de 3000 mujeres y varones con edades comprendidas entre los 57 y 85 años que fueron sometidos a una prueba para evaluar la capacidad olfativa denominada Sniffin Sticks. Sniffin Sticks, es un examen en el que se emplea una pluma cargada no con tinta, sino con distintos olores. En este caso con: olor a menta, pescado, naranja, rosa y cuero.

Como resultado, el 80 por ciento identificó correctamente al menos cuatro de los cinco; un 14 reconoció tres; un cinco solo dos; y un dos únicamente uno, señalaron los autores en el trabajo divulgado en la revista Journal of the American Geriatrics Society. A opinión del líder del análisis, Jayant Pinto, susresultados muestran que el sentido del olfato se encuentra estrechamente conectado con la función cerebral y la salud. Creemos que la capacidad olfatoria específica, así como la funcionalidad sensorial en su conjunto, pueden ser un importante signo precoz de la demencia y pueden ayudar a identificar a los pacientes con mayor riesgo de padecerla, añadió. Por su parte, la coautora Martha McClintock considera que el sistema olfativo también cuenta con células madre que se autorregeneran, por lo que el descenso en la capacidad para oler podría ser una señal de una pérdida en la capacidad cerebral para reconstruir algunos componentes clave que se están deteriorando con la edad. En tal sentido, nuestro test requiere una mayor atención. Aún queda mucho por hacer para convertirlo en una prueba clínica, pero podría ayudar a identificar a la población en riesgo, concluyó Pinto.

La demencia no es una enfermedad específica. Es un estado que describe una amplia variedad de síntomas relacionados estrechamente con el deterioro de la memoria u otras capacidades de razonamiento, que es lo suficientemente grave como para reducir la capacidad de una persona para realizar las actividades cotidianas. La enfermedad de Alzheimer representa entre el 60 y el 80% de los casos. La demencia vascular, que ocurre luego de un accidente cerebrovascular, es el segundo tipo de demencia más común. Sin embargo, existen muchas otras condiciones que pueden provocar síntomas de demencia, entre ellas algunas reversibles, como los problemas de tiroides y deficiencias de vitaminas. La demencia a menudo es llamada incorrectamente "senilidad" o "demencia senil", lo que refleja la creencia antiguamente extendida pero incorrecta de que un deterioro mental grave es una parte normal del envejecimiento.

El estudio mostró que las personas que no eran capaces de distinguir estos olores: Menta, Pescado, Naranja, Cuero, Fresa, Rosa (planta) tenían síntomas de demencia. El sentido del olfato está directamente relacionado con las funciones cerebrales, sobre todo con la memoria. Por ejemplo, cuando recordamos a alguien por medio de un olor, el cerebro es el que procesa ese recuerdo y lo asocia cognitivamente. Si no puedes oler estas 5 cosas, es mejor que acudas con un especialista para que te ayude a mejorar tu memoria y que la demencia se retrase lo más posible.

Otro estudio reciente demostró que la contaminación del aire y las enfermedades neurodegenerativas también están estrechamente relacionadas, ósea la polución influye directamente en la demencia. El trabajo estuvo a cargo de 12 investigadores que estudiaron un grupo de personas mayores de Ontario, Canadá, por 12 años. Los expertos eligieron a un grupo de aproximadamente 2,1 millones de personas. Los requisitos para la selección fueron: que tuvieran entre 55 y 85 años, fueran nacidos en el país norteamericano y no estuvieran diagnosticados con demencia. En la información sobre el grupo se aplicó un algoritmo para medir la incidencia de la polución en los diagnósticos de demencia. A la vez, sus residencias fueron estudiadas a fin de estimar la exposición en la que vivían. Para luego cruzar estos datos con otros factores como la diabetes, las lesiones cerebrales y los ingresos del vecindario. La conclusión, publicada en la revista Environment International, advirtió que a pesar de que Ontario sea una de las ciudades con menos polución en el mundo, su población está un riesgo invisible. Durante los doce años de seguimiento, los investigadores contaron 257.816 casos de demencia diagnosticados, de los que el 6,1 % fueron atribuidos directamente a la contaminación ambiental. Las fuentes de polución principal fueron el material particulado más fino (PM 2.5) y el dióxido de nitrógeno.