El alcohol perjudica más a los hombres
Para aquellas personas que decían que en un grupo mixto siempre son las mujeres las más perjudicadas cuando ingieren bebidas alcohólicas, recientemente investigadores finlandeses afirman lo contrario: el alcohol pudiera afectar más la actividad cerebral en los hombres que en las féminas. Los expertos indican que realizar esa afirmación de forma categórica es todo un error porque los efectos que tiene el alcohol en nuestro organismo no dependen solo del sexo, sino que en él también influyen otros factores como la masa corporal, la edad o los hábitos alimenticios de la persona en cuestión.
Hasta el momento algunos estudios indicaban que las mujeres bebedoras sufrían más consecuencias físicas adversas, o por lo menos en ellas aparecían más rápido y con más fuerza.
No obstante, a pesar de tales condiciones, si de todos modos hubiese que elegir al sexo más susceptible a los efectos del alcohol en el cerebro, los principales candidatos serían los hombres. Al menos eso es lo que sustenta un grupo de científicos de Finlandia, que hace muy poco presentó los resultados del estudio en París, durante la Conferencia del Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología.
Dos grupos de voluntarios participaron en el ensayo. Un equipo estuvo compuesto por 11 hombres y 16 mujeres, todos bebedores habituales; mientras que el otro estuvo formado por 12 hombres y 13 mujeres que apenas habían bebido alcohol durante la última década. Todos los colaboradores fueron sometidos a un proceso de “estimulación magnética transcraneal”, eso consistió en colocarles en la cabeza una bobina electromagnética para que enviara al cerebro una serie de pulsos que estimulan la actividad de las células nerviosas. Cuando se terminó esa primera fase, todos los participantes se sometieron a un electroencefalograma que demostró que los hombres bebedores tenían una actividad cerebral notablemente más baja que aquellas mujeres que habían bebido aproximadamente la misma cantidad de alcohol.
Al parecer, el resultado del experimento se basa en el ácido gamma-aminobutírico (GABA), un neurotransmisor que juega un papel fundamental para controlar la depresión y la ansiedad por su intervención en el funcionamiento de ciertos procesos del sistema nervioso central. De los dos receptores que regulan el funcionamiento de GABA, llamados A y B, ambos son afectados en los hombres bebedores, mientras que sólo los de tipo A sufren cambios en el cerebro de las mujeres que beben alcohol de forma regular.
Aunque estos datos pueden ser el inicio de investigaciones de gran relevancia en el campo de las neurociencias aplicadas al control del consumo de alcohol, debe quedar claro que aún no son concluyentes por varias razones. En primer lugar, no han sido publicados en ninguna revista revisada por pares; y, en segundo, la muestra de voluntarios que participó en el estudio es muy pequeña como para considerar significativo el resultado. Además, no hay forma de garantizar que la actividad cerebral de los varones participantes en el estudio no hubiese sido afectada previamente por otras razones, por lo que sería necesario investigar mucho más al respecto.
Hasta entonces, lo único claro pudiera ser que tanto los hombres como las mujeres se exponen a consecuencias muy peligrosas si deciden abusar del alcohol. Tampoco es una noticia nueva. Lo que para muchos puede parecer una sustancia inofensiva, propia de ambientes ociosos y distendidos, puede acabar destrozando la vida de una persona si no se tiene cuidado. Y en ese caso el sexo es lo de menos.
