El análisis documental y los sistemas de clasificación
Examinando la naturaleza de las bibliotecas actuales, se observa una especialización. Unas atienden exclusiva o preferentemente las exigencias de la investigación científica o humanística, otras se ocupan de difundir, entre un público más general y heterogéneo, los conocimientos básicos para su cultura y educación, por último está el caso de las que aspiran a armonizar los dos objetivos apuntados. Los progresos de la ciencia y la técnica, la necesidad de ahondar en la solución de variados problemas y la urgencia de poner al servicio de las grandes empresas industriales los recursos de la producción bibliográfica, dieron como resultado una notable mejoría en los campos de la clasificación y evaluación de las fuentes documentales en el ámbito bibliotecológico.
Es en este punto donde la clasificación, como parte de los procesos de la gestión documental, desempeña un papel fundamental, al permitir la organización de los documentos con lo que se contribuye a su preservación, a un desarrollo de su gestión, al ahorro de espacios, al empleo mejor de la infraestructura tecnológica y por ende, a un trabajo más eficiente. La nueva tendencia en la actualidad y que ha tenido mucha repercusión en el mundo de la información conlleva al desarrollo de sistemas de clasificación funcionales que permitan enfocarse en la misión, funciones y actividades de la organización en lugar de las estructuras organizativas.
La información se ha convertido en un recurso estratégico indispensable en el desarrollo de la Actividad Científico-Informativa para la humanidad, además de una forma comunicable del pensamiento y un activo relevante que proporciona ventajas en el mundo empresarial. Sin embargo, como toda disciplina en el campo de las Ciencias de la Información, la Clasificación tiene basamentos teóricos dado por personalidades, entre las cuales pueden ser citadas Melvin Dewey, S. R. Ranganathan, Charles A. Cutter, Henry E. Bliss, Paul Otlet y muchos más.
Las clasificaciones no son solo documentales, hay que tener en cuenta el aporte de otras disciplinas, en especial de las Ciencias Naturales con las taxonomías, pues fueron los intentos del hombre a lo largo de la humanidad por organizar el conocimiento. Por supuesto, a medida que este ha ido creciendo, las clasificaciones se han vuelto mucho más complejas.
Los sistemas de clasificación constituyen lenguajes documentales controlados y pre coordinados, que tratan de establecer una división lógica y sistemática del conocimiento que permite representar el contenido de un documento de manera sintética. Son además segmentaciones arbitrarias con el fin de crear categorías y clases de temas que luego serán asignadas a los ítems para lograr la ubicación. La clasificación, a diferencia de la categorización, es más rígida. Se agrupan los elementos de acuerdo a un criterio determinado para lograr una más fácil recuperación. Son también un reflejo de la época en que son creados. Entre las principales características de un sistema de clasificación se encuentran: la sistematicidad, dada en su relación de lo general a lo particular; la exhaustividad, dada en su alcance a todos los campos, el grado de detalle, pues expresan las ideas en todos sus grados; su relativa flexibilidad que se muestra en la posibilidad de combinar ciertas ideas y conceptos; su adecuación al esquema lógico formal del pensamiento, así como su notación fácil y explícita, su sencillez y su expansión dado que pueden incorporar nuevos elementos. Ningún sistema de Clasificación ha alcanzado la perfección, por lo cual cada institución debe escoger el que más se adapte a sus necesidades
