El autismo es hereditario
Desde hace bastante tiempo los expertos consideran que los genes son responsables del autismo. Pero siempre se habían preguntado, ¿hasta qué punto ese trastorno neurológico era hereditario? La respuesta ha llegado de la mano de científicos de la Escuela Icahn de Medicina de Mount Sinai de Nueva York, Estados Unidos. Resulta que el 83% de los casos de autismo son heredados. Los síntomas de la enfermedad pueden resultar confusos tanto para los padres como para los médicos, hasta que el niño desarrolla habilidades avanzadas de comunicación, alrededor de los 2 o 3 años de edad. Eso vuelve difícil desentrañar las causas genéticas y ambientales de la enfermedad.
Esta vez, los investigadores estadounidenses reanalizaron un estudio longitudinal sueco con más de 2, 6 millones de pares de hermanos, 37 570 parejas de gemelos, y casi un millón de parejas de hermanos. De todos ellos, 14 516 niños fueron diagnosticados con el Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Algunos estudios realizados con gemelos habían sugerido que 9 de cada 10 niños con autismo heredaron la condición a través de una combinación genética, aunque otros estudios colocan esa cifra algo por debajo. Ante este dilema, los investigadores usaron el mismo conjunto de datos masivos sobre niños suecos y utilizaron otro método que previamente había demostrado su eficacia en este campo. Su conclusión del 83 % de casos heredados está más cerca del 90 % determinado por los estudios sobre gemelos que el 38 % de los resultados de una investigación llevada a cabo en California, y se estimó que es la cifra más precisa hasta el momento.
“Al igual que anteriores estudios de gemelos, los factores ambientales compartidos contribuyeron mínimamente al riesgo de autismo”, comentan los investigadores en la revista Journal of the American Medical Association, que ha difundido el estudio científico.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos del espectro autista incluyen un grupo de complejos trastornos del desarrollo neurológico. Dicho término genérico abarca desde afecciones tales como el autismo y el trastorno desintegrador infantil hasta el llamado síndrome de Asperger. Todos ellos se se caracterizan por dificultades en la comunicación y la interacción social y por un repertorio de intereses y actividades restringido y repetitivo. Se estima que un niño de cada 160 padece un trastorno del espectro autista.
El nivel de funcionamiento intelectual varía de una persona a otra afectada con TEA. Puede haber desde un deterioro profundo hasta la existencia de habilidades cognitivas no verbales superiores. Se estima que alrededor del 50 % de las personas con TEA también padecen alguna discapacidad intelectual.
