El espacio exterior escoge la radio para comunicarse
El equipo explica esta rara señal de radio desde la visión de que esta galaxia es pequeña, pues es solo un quinto de tamaño de la Vía Láctea, pero siempre está produciendo estrellas a un ritmo increíble. La señal, según afirman los científicos, proviene de un gran vivero estelar, por lo que estos creen que su origen es una estrella de neutrones magnéticos en extremo potente. No obstante, como no hay datos aún que demuestren esta cuestión, las hipótesis no han dejado de aparecer y la idea más repetida es la que afirma que la señal proviene de pulsos de láser alienígenas que son utilizados para propulsar naves espaciales, de un modo similar al que quiere utilizar Breakthrough Starshot para mandar una pequeña sonda a Proxima Centauri.
La ciencia y la tecnología intentan cada vez más darle respuesta a esas interrogantes que llevan planteadas hace millares de años y que aún hoy en día no tienen una correcta explicación. De todas esas cuestiones sin respuesta, un alto número se relacionan con el espacio exterior, la vida en otros planetas y existencias que van más allá de nuestra galaxia. Es por ello que hoy se llevan a cabo numerosos estudios destinados a investigar el espacio, pero aparte de algunos hechos sin demostrar y descubrimientos de condiciones favorables para la vida en algunas formaciones estelares, no se ha podido llegar a ninguna conclusión sobre si habrá o no vida extraterrestre. No obstante, la historia está llena de avistamientos de Ovnis, de curiosos fenómenos lumínicos en el cielo e incluso de víctimas de abducciones.
Por ello y tratando de llegar a alguna respuesta contudente, Breakthrough Listen, un proyecto colaborativo internacional para buscar rastros de civilizaciones extraterrestres, investiga señales en el espacio y ha podido detectar una explosión de radio rápida, (FRB) 121102.
Los FRB son catalogados como pulsos breves y extremadamente enérgicos de ondas de radio, cuyo extraño origen ha desconcertado a los científicos durante los últimos dos años, pues se han sucedido en varias ocasioners. Pero este último FRBR 121102 es aún más especial, pues es el único que se ha repetido y esta característica ha permitido estudios detallados de la fuente de emisión, ya que se han podido detectar incluso 15 pulsos de alta frecuencia durante solo dos exploraciones cada una de 30 minutos en esa zona del espacio.
Nunca se han visto estallidos de radio con frecuencias tan altas, indica Andrew Siemion, director del Berkeley SETI Research Center y del programa Breakthrough Listen y explica que el proyecto ha utilizado el Green Bank Telescope, instrumento que es capaz de grabar varios gigahercios de ancho de banda a la vez. Ello permitió al equipo detectar la emisión de frecuencias más altas y que durante las cinco horas de observación, se lograran recolectar 400 terabytes de datos, que actualmente se están investigando.
Los científicos tienen grandes expectativas con este descubrimiento. Además de confirmar que la fuente ha sido realmente activa, la alta resolución de los datos obtenidos mediante el Listen permitirá medir las propiedades de esos raros estallidos con una precisión muy alta, manifiesta el investigador Vishal Gajjar, quien descubrió las señales del espacio exterior.
No obstante, la explicación más probable del FRB son los eventos transitorios determinados por las colisiones de estrellas de neutrones, las hipernovas u otras explosiones, fenómenos que pueden explicar la repentina, potente y en extremo breve emisión de fuentes de radio. Sin embargo, una fuente tan repetitiva como FRB 121101 necesita una explicación diferente y después de que su origen se localizara en una galaxia a más de 2 mil millones de años luz de distancia, los investigadores fueron capaces de desentrañar el misterio en su mayoría, aunque ninguna hipótesis se ha demostrado aún.
El equipo explica esta rara señal de radio desde la visión de que esta galaxia es pequeña, pues es solo un quinto de tamaño de la Vía Láctea, pero siempre está produciendo estrellas a un ritmo increíble. La señal, según afirman los científicos, proviene de un gran vivero estelar, por lo que estos creen que su origen es una estrella de neutrones magnéticos en extremo potente.
No obstante, como no hay datos aún que demuestren esta cuestión, las hipótesis no han dejado de aparecer y la idea más repetida es la que afirma que la señal proviene de pulsos de láser alienígenas que son utilizados para propulsar naves espaciales, de un modo similar al que quiere utilizar Breakthrough Starshot para mandar una pequeña sonda a Proxima Centauri. Por ello el equipo aún investiga los datos obtenidos.
