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domingo, 29 de octubre de 2017

El estrés también afectó a los dinosaurios

Por javier91

El estrés está considerado como el mal del siglo y desafortunadamente, este no sólo aqueja a los seres humanos. El estrés es una respuesta física ante diferentes estímulos ambientales y psicológicos que pueden ser directos o indirectos, aunque es cada vez más frecuente debido al ritmo acelerado y tenso que caracteriza la forma de vida de las personas de las ciudades. Infortunadamente este ritmo, y las consecuencias que trae a nuestra vida, termina también afectado a otras especies. El estrés afectó la reproducción de las últimas poblaciones de titanosaurios de Europa hace unos 70 millones de años, aseguró un estudio publicado en la revista Scientific Reports.

 

Cuando hablamos del estrés en los animales, tendemos a pensar en aquellos animales que comparten con nosotros nuestros hogares en calidad de mascota. Pero esto tiene que ver con una mirada egoísta que tenemos los humanos sobre el mundo animal y la indolencia frente a las otras criaturas que forman formaron parte del mundo. Los autores analizaron 450 muestras de huevos con anomalías del género Megaloolithus, especie hervíbora de largos cuellos y colas. Según la investigación, la competencia entre especies causó huevos patológicos en dichos dinosaurios durante el periodo Cretácito, algunos de los cuales se han recuperado en varios yacimientos del suroeste del continente. Los científicos estimaron que el estrés de los titanosaurios pudo provocar que las hembras retuviesen sus óvulos durante más tiempo de lo normal, provocando alteraciones en el proceso de formación de la cáscara. Ese problema, conocido como distocia, ocurre por alteraciones químicas ligadas al ciclo reproductivo cuando las condiciones ambientales, sean climáticas o ecológicas, no son óptimas para la puesta, explicaron. El equipo identificó una correlación entre la presencia de esos huevos patológicos y un intenso fenómeno de reemplazo faunístico que tuvo lugar en Europa a finales del Cretácico. Según los paleontólogos, durante millones de años, los titanosaurios fueron el grupo de dinosaurios más abundante y diverso de Europa, hasta que llegaron los hadrosaurios hace unos 70 millones de años. Esos invasores irrumpieron con fuerza en un periodo relativamente corto dentro de la fauna de finales del período Cretácico, añadieron.

Los organismos vivientes están genéticamente programados para responder de forma eficaz al estrés ambiental. Estrés físico y psicológico son dos fenómenos de una circunstancias que en ambos casos necesita una respuesta adaptativa del organismo. El estrés animal representa un mecanismo de defensa del organismo frente a situaciones que requieren adaptabilidad del mismo. El organismo trabaja a un ritmo que es el resultado de la interacción y equilibrio con su ambiente (lo que se define homeostasis). Si el ambiente se modifica, es evidente que el organismo necesitará adaptarse a la nueva situación a través del estrés. En estas condiciones el estrés representa un factor positivo porque supone que el animal pueda superar la situación y alcanzar un nuevo equilibrio. A este propósito se habla de eustrés si las consecuencias del estrés son positivas y de distrés si son negativas. Por ejemplo si un animal consigue escapar de un depredador, se podrá hablar de estrés, mientras si se queda paralizado por el miedo el estrés habrá tenido un efecto negativo y hablaremos de distrés. En todo caso, si la situación estresante se prolonga, todos los mecanismos fisiológicos que se ponen en marcha se agotarán y siempre se llegará a una situación de distrés. 'Ante una perturbación de tal magnitud, el incremento en la competitividad entre especies por los recursos naturales produce una serie de alteraciones en las comunidades ecológicas, entre ellas un aumento del estrés', precisaron. Dicho estrés se puede expresar de muchas formas y una de ellas es la alteración de los ciclos reproductivos. Otra justificación a la hipótesis, según los científicos, es que los huevos patológicos se localizaron en un intervalo temporal muy concreto, por lo cual su presencia estaría relacionada con un fenómeno muy particular y puntual.