El fuego hace dimitir a la Ministra de Interior en Portugal
La situación generada en Portugal debido a la última oleada de incendios que han castigado con fuerza extensas zonas del centro y norte del país ibérico, resulta muy preocupante. Los siniestros, además de ocasionar más de 40 fallecidos y alrededor de 70 heridos, significativos daños y convocar a la sociedad portuguesa en movilizaciones que exigirán este fin de semana una respuesta más eficaz a las autoridades ante todo el caos generado por los incendios, también han hecho renunciar a su cargo a la ministra de Administración Interior de Portugal, Constanza Urbano de Sousa. Un hecho este que sin dudas envía nítidas señales sobre las incapacidades gubernamentales a la hora de enfrentar y controlar los desastres ocasionados por los incendios.
Según informa el diario Público, Urbano de Sousa presentó su dimisión tras la gestión de los incendios. A través de una carta, la funcionaria ha explicado claramente los motivos de su renuncia, que buscan “preservar su dignidad personal”. En la misiva apuntaba: “(...) he considerado que están agotadas todas las condiciones para continuar en mis funciones, por lo que he presentado ahora formalmente mi petición de dimisión, que tiene que ser aceptada”. La ministra ha confesado que ya había solicitado la liberación de sus funciones al primer ministro de Portugal, Antonio Costa; pero que este le había pedido continuar en el cargo hasta que finalizara la gestión de los incendios. Una solicitud que ya no ha podido rechazar el premier luso.
Así como la tragedia de los incendios está minando el campo político portugués, también ha activado las iniciativas de la sociedad civil, en donde están circulando convocatorias a manifestaciones en diversos puntos del país, en solidaridad con las víctimas y para exigir a las autoridades una mayor protección de la floresta. Y es que no se trata de la primera gran tragedia que en este sentido ocurre en el pequeño país europeo, sino de la segunda, y los ciudadanos evidentemente están buscando y pidiendo a las autoridades evitar que ocurra otro siniestro de grandes dimensiones.
El pasado 15 de octubre ya es considerado en la historia de Portugal como “el peor día del año en materia de incendios forestales”. El Gobierno ha decretado tres días de luto en solidaridad con toda la población afectada y por la pérdida de vidas humanas. Pero el pueblo portugués no se contenta con esto, y las respuestas del por qué ha vuelto a suceder una tragedia como ésta, la buscará en las calles, en las manifestaciones. El malestar ciudadano ya ha producido el primer costo a nivel político: la dimisión de la ministra del Interior. Esperemos que la conjugación de todos estos acontecimientos no haga entrar al país en una crisis sociopolítica de dimensiones mayores.
