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viernes, 27 de octubre de 2017

El mejor año de Garbiñe Muguruza

Por Miguel

La tenista hispanovenezolana Garbiñe Muguruza definitivamente no cerrará 2017 en la cima del ranking de la Asociación de Mujeres Tenistas (WTA, por su sigla en inglés) tras quedar eliminada en Singapur; pero, de cualquier forma, este año ha sido, por mucho, el mejor en su ascendente carrera, ya que logró el título de Grand Slam, en Wimbledon, ganó un torneo en Cincinnati y estuvo como líder del listado universal por cuatro semanas. Por tanto, no fue casualidad que la WTA la seleccionara como la mejor jugadora de la temporada. No obstante, Muguruza necesitará estabilizar mucho más su juego en 2018, porque todavía es capaz de pasar, en muy poco tiempo, de un partido sublime a otro ridículo.

La última esperanza de Muguruza de regresar al número 1 del ranking pasaba por obtener una buena actuación en el WTA Finals; sin embargo, para eso debía vencer a la veterana de 37 años, Venus Williams. Cinco meses atrás, en el All England Club, Muguruza venció a la estadounidense, pero ahora, en Singapur, dejó escapar varias opciones y cedió en dos sets consecutivos, por lo que quedó eliminada del torneo y, con esto, lo más probable es que culmine el año en el segundo escaño del escalafón mundial.

El primer torneo de Muguruza en 2017 fue en Brisbane, antesala del Abierto de Australia. Allí avanzó hasta la semifinal, pero tuvo que retirarse por problemas físicos ante Alizé Cornet. Poco después, en el primer Grand Slam del año, la española logró clasificarse por primera vez a los cuartos de final de ese certamen, pero no pudo seguir avanzando, tras ceder en dos sets frente a Coco Vandeweghe.

La temporada sobre hierba comenzó para Muguruza en Birmingham, donde tomó desquite ante Vandeweghe, sin embargo, tampoco pudo incluirse en la final, pues cedió contra Ashleigh Barty. Pocos esperaban un gran resultado de la española en Wimbledon, ya que llegó como decimocuarta cabeza de serie y un mar de dudas, en su juego y condición física. El inicio fue muy prometedor, ya que obtuvo victorias, en dos sets, ante Yekaterina Aleksándrova, Yanina Wickmayer y Sorana Cîrstea. El primer reto en serio en el All England Club fue el duelo de cuartos de final ante la alemana Angelique Kerber. Ese partido fue el más complicado para ella en Wimbledon y logró ganarlo en tres sets. Después pasó por encima de Svetlana Kuznetsova y Magdaléna Rybáriková y, de esta forma, avanzó a su segunda final en tres años en Londres.

La rival fue la cinco veces campeona en Wimbledon, la mayor de las hermanas Williams. Esta vez se impuso la juventud y Venus se rindió por completo ante el empuje de Muguruza quien arrolló en el segundo set por un contundente 6-0 y obtuvo así su segundo título de Grand Slam (en 2016 venció en Roland Garros).

Después, Muguruza cruzó el Atlántico para intervenir en varios torneos en Estados Unidos. En Stanford alcanzó las semifinales, donde perdió ante Madison Keys; luego, en Toronto, perdió en cuartos de final frente a Elina Svitolina y su gran momento en territorio norteño llegó en el Masters de Cincinnati. Allí mostró su mejor tenis y venció, en la final, a Simona Halep. En este contexto, los pronósticos eran muy favorables para la española en el Abierto de Estados Unidos; sin embargo, en Nueva York quedó en cuartos de final, tras perder con la checa Petra Kvitova. No obstante, ganó los puntos suficientes para llegar a la cima del ranking de la WTA. El 11 de septiembre de 2017 fue un gran día para el tenis español, porque Rafael Nadal y Muguruza ocuparon, de manera simultánea, el primer lugar del escalafón mundial entre hombres y mujeres.

Gracias a esto, Muguruza entró en los libros de récords, porque se convirtió en la segunda tenista española en alcanzar la cima del ranking, después de Arantxa Sánchez Vicario, quien lo había logrado en 1995.

A pesar de la temprana eliminación en Singapur, Muguruza reconoció que su temporada había sido “increíble” y que había tenido el mejor año de su vida y que se quedaba con eso para mirar al futuro. Un futuro que, sin dudas, luce promisorio para esta tenista de 24 años que necesita, por encima de todas las cosas, vencer a su mayor rival que es, en muchas ocasiones, ella misma.