El Niño podría alterar absorción de CO2 por la Tierra
El fenómeno el Niño se manifestó con fuerza entre el 2015 y el 2016, llegando a considerarse el más intenso en los últimos años y como resultado aumentó la cantidad de CO2 en el aire, según datos ofrecidos por el Observatorio de Carbono en Órbita (OCO). Un análisis detallado de este satélite en órbita, perteneciente a la Agencia Espacial Norteamericana, mostró cómo este incremento está relacionado con la respuesta de los bosques tropicales ante el calor y la sequía asociados a este fenómeno meteorológico, los cuales vieron restringida su capacidad de absorber dióxido de carbono (fundamentalmente producido por el hombre).
El hallazgo, publicado en la revista Science, revela las serias implicaciones que podría tener el incremento de las dimensiones de un fenómeno meteorológico como El Niño. Pues si en lo adelante debiéramos prepararnos para las condiciones climáticas experimentadas en 2015, entonces esto implicaría una reducción drástica de las funciones de filtración de dióxido de carbono que tienen lugar en los bosques tropicales. Lo que derivaría en una magnificación del calentamiento global.
El estudio llevado a cabo es considerado por miembros de la comunidad científica como Paul Palmer, de la Universidad de Edimburgo, en Reino Unido, como revolucionario, pues es la primera vez que de una variación grande en el clima se han obtenido observaciones satelitales de la composición de la atmósfera, de las propiedades de la tierra y del océano, todo al mismo tiempo.
El Niño es un fenómeno climatológico que ocurre con una frecuencia de 2 a 7 años, cuando las aguas cálidas de la región central del océano Pacífico se expanden hacia el este, acercándose a las costas de América. esto produce afectaciones a los sistemas climáticos en el mundo entero, redistribuyendo globalmente las lluvias y elevando las temperaturas. El de 2015-2016 fue uno de los más fuertes y eso se evidencia en los niveles de carbono en la atmósfera, que duplicaron las cantidades registradas usualmente. Como añadidura las emisiones de dióxido de carbono, resultado de la actividad humana, fueron relativamente estáticas durante el mismo período. ¿Qué sucedió entonces?
A partir de la capacidad de OCO de rastrea el gas y evaluar tasas de fotosíntesis, se conoció que la mayor sequía ocurrida en América Latina en 30 años limitó la capacidad de absorción del gas por la vegetación. En África aumentaron las temperaturas, con ello la descomposición del material orgánico que liberó CO2; y Asia fue un foco de incendios debidos a las extremas condiciones de sequía. Este conjunto de condiciones diversas pero anómalas propiciaron el incremento en los valores de CO2.
En los años recientes el clima de la tierra ha comenzado a dar señales inequívocas de las alteraciones que puede provocar el cambio climático y el calentamiento de la atmósfera: sequías extremas sucedidas de intensos huracanes han azotado las zonas tropicales. El estado de destrucción en que ha quedado el Caribe tras el paso de tres devastadores huracanes, pone nuevamente en discusión el riesgo a que se enfrentan las comunidades insulares y su vulnerabilidad ante las primeras manifestaciones de un fenómeno largamente avizorado. Sin embargo, el compromiso de velar por la integridad del planeta es una responsabilidad que nos compete a todos.
