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viernes, 27 de octubre de 2017

El peligro del zombie móvil

Por Jessica Meer

A medida que pasa el tiempo avanza la tecnología y el mundo se desarrolla, eso es muy bueno, porque en cierta medida la vida se nos va haciendo más fácil, en estos tiempos en los que casi no se tiene tiempo para hacer todo lo que nos gusta o queremos, y en el que la comunicación con otras personas pudiera limitarse.

Sin embargo ya no hay límites para la comunicación; desde cualquier parte del mundo donde estemos podemos establecer diálogos y conversaciones grupales ya sea mediante texto, audio o video.

Ahora bien, todo tiene sus límites. Recientemente se conoció que Honolulu, la capital del estado de Hawái se convirtió en la primera ciudad estadounidense, y probablemente del mundo, que ha adoptado medidas drásticas para intentar acabar con los llamados zombis del teléfono móvil, ciudadanos que cruzan las calles con la vista hipnóticamente fija en la pantalla del celular o de otro dispositivo electrónico.

Así como lo leen, la policía de esa ciudad hawaiana y de otros condados colindantes multará hasta con 35 dólares a quienes crucen la calle viendo la pantalla del aparato electrónico. Sin dudas esta es una medida que ayudará a disminuir los altos índices de accidentes por atropellamiento en Estados Unidos, donde las muertes de ese tipo han alcanzado la cifra de 5987.

Y esta es solo una de las aristas negativas que tiene el avance tecnológico. Pues claro que si cruzamos la calle mirando fijamente nuestro cell estamos poniendo en riesgo, no solo nuestra vida sino, la de quienes conducen por las avenidas.

Casi sin que la humanidad se diera cuenta, el desarrollo tecnológico nos ha ido absorbiendo, en varias ocasiones no nos damos cuenta de ciertas situaciones que ocurren a nuestro alrededor por estar hipnóticos con el móvil, nos perdemos de cosas reales por dejarnos consumir por la virtualidad. Ello también afecta nuestras conductas y normas de educación al no prestar atención a otros individuos que quieren establecer una comunicación directa con nosotros. A veces hasta descuidamos a nuestros hijos, padres, o relación de pareja.

Los cierto es que poco a poco nos hemos dejado llevar por esa modalidad tecnológica, y lejos de aprovechar lo que sí nos aporta, o beneficia, optamos por dejarnos dominar por el vicio electrónico.

No podemos ir por la sociedad negándonos al desarrollo, mas tampoco poniendo en riesgo un modo saludable, físico y mentalmente, de nuestra vida.