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miércoles, 4 de octubre de 2017

El riesgo de perseguir a Uchimura

Por Aliet Arzola

El ucraniano Oleg Verniaiev es uno de los gimnastas más talentosos de la actualidad. A sus 24 años es catalogado por múltiples especialistas como uno de los grandes candidatos a ocupar el sitial de honor del japonés Kohei Uchimura, quien ha dominado la gimnasia artística desde el 2009 hasta la fecha. Ya en los pasados Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en el 2016, el europeo estuvo cerca de concretar la hazaña, pero en un leve error en la barra fija le impidieron destronar al nipón. El tiempo ha pasado, solo que la idea sigue fija en la mente de Verniaiev, para quien, aparentemente, derrotar a Uchimura se ha convertido en una obsesión, algo muy peligroso en el deporte de alto rendimiento.

El ucraniano es un magnífico atleta, sobre todo con especiales cualidades en las barras paralelas y el caballo de salto, aparatos que domina gracias a sus altas notas de partida y notable excelencia en las ejecuciones, detalles que lo han catapultado a la cima olímpica y mundial. Además, en el resto de las modalidades presenta niveles de dificultad parejos con los mejores del planeta, argumentos suficientes para plantearle el pulso a Uchimura en la competencia de máximos acumuladores. No obstante, Verniaiev se ha metido entre ceja y ceja la idea de cortar el paso triunfal del japonés, algo que, según muchos especialistas, puede pasarle factura.

El motivo fundamental es que Oleg parece muy concentrado en sacar de circulación a Uchimura, pero se ha olvidado de otros rivales, igual de talentosos, que también vienen tocando las puertas de la cima. De acuerdo con entrenadores que participan en el 47 Campeonato Mundial de Gimnasia en Montreal, Verniaiev parece haber olvidado que la gimnasia se trata de un deporte en el que prevalece la lucha contra uno mismo más que contra un oponente en específico. “Si cumplo mi programa de acuerdo a lo planificado por el coach, se que puedo vencerlo”, aseguró el ucraniano en la urbe canadiense, donde aspira a convertirse en una leyenda, porque definitivamente si alguien consigue superar a Uchimura sería catalogado así.

Sin embargo, la ruta de Verniaiev hasta la cumbre tendrá otros obstáculos que no guardan ninguna relación con la estrella nipona. Hablamos de otros concursantes que han llegado a Montreal con los dientes afilados. Uno de ellos es el cubano Manrique Larduet, subcampeón del mundo hace dos años, quien después de un año en el dique seco ha regresado con niveles de dificultad bien altos en todos los aparatos y ejecuciones de marcado virtuosismo. Por su parte, en el propio Japón hay otras figuras emergentes como el especialista en manos libres y caballo de salto, Kenzo Shirai, imponente por la fuerza de su despegue en las ejecuciones. De ellos y de cualquier otro eléctrico deberá cuidarse Oleg Verniaiev, porque el camino a la cima está lleno de depredadores.