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sábado, 21 de octubre de 2017

El sol, un agujero y una explosión

Por habana91

La NASA registró un enorme agujero de 75.000 millas (más de 120.000 kilómetros) de ancho, escribe el diario The Independent. A opinión del medio, el fenómeno se registró por AR2665, que orbitaba alrededor del planeta ardiente en julio. Se indica que las manchas solares se provocan por la interacción con los campos magnéticos del Sol y son las zonas más frías en la superficie de la estrella. Los expertos advierten que es tan grande que puede producir llamaradas solares. El periódico indica que este agujero es el más grande de la Tierra y los expertos del Observatorio Solar de la NASA señalan que en la etapa actual es prematuro hablar de cómo se va a comportar.

"De todas formas, el agujero es más grande de lo que se ve desde la Tierra y es capaz de producir llamaradas que podrían causar tormentas de radiación", menciona por su parte Daily Mail. Se explica que estas manchas son normales para el Sol, sin embargo, últimamente sucede bastante rara vez ya que el planeta se dirige hacia un período de baja actividad llamado mínimum, fenómeno regular que tiene lugar aproximadamente cada 11 años. Las manchas solares son más oscuras y más frías y se provocan por la interacción de los campos magnéticos solares. Suelen aparecer en las zonas de intensa actividad magnética.

En poco más de una semana el Sol ha emitido una cantidad de llamaradas solares inusualmente alta, lo que ha desconcertado a los científicos de la NASA. Según los datos de la agencia, a partir del pasado 4 de septiembre y en un poco más de una semana en la superficie del astro se produjeron siete emisiones de radiación de distinta intensidad. Entre ellas, la llamarada más potente de la última década, la cual fue observada este 6 de septiembre. Según datos del Observatorio de la Dinámica Solar de la NASA (Solar Dynamics Observatory, en inglés), el comportamiento del mayor astro de nuestro sistema es muy inusual, debido a que la etapa del ciclo en la que se encuentra no suele registrar tanta actividad. "El ciclo solar actual comenzó en diciembre del 2008 y ahora está disminuyendo en intensidad y dirigiéndose hacia el mínimo solar. Es una fase en la que estas erupciones en el Sol son cada vez más raras", reza el informe de la organización sobre la última y mayor llamarada solar, de intensidad X9,3. "Sin embargo, la historia ha demostrado que pese a ello pueden ser intensivas", señala. El ciclo de actividad solar cambia cada 11 años y actualmente el astro se aproxima a su final. Durante este tiempo la actividad del Sol aumenta y disminuye. Ahora estamos en el noveno año del ciclo, cuando aquella debería perder intensidad.

Algunos científicos creen que las recientes llamaradas no son tan extrañas como podrían creerse. Tienen una explicación. Por ejemplo, el director del Observatorio de Altas Altitudes del Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas estadounidense (NCAR, por sus siglas en inglés), Scott McIntosh, cree que cuando la actividad disminuye los sistemas magnéticos subyacentes a sus manchas parecen estar en estrecho contacto cerca del ecuador. En entrevista para Gizmodo, McIntosh afirmó que ello hace que el Sol produzca manchas solares "híbridas". Es decir, regiones que contienen campos magnéticos que se retuercen como el agua en los océanos de los hemisferios norte y sur. La rotación de la Tierra hace girar el agua en cada hemisferio en diferentes direcciones. El Sol hace lo mismo por la misma razón, que es la fuerza de Coriolis", explicó MacIntosh. "Esos sistemas son muy inestables. Normalmente estos tipos de manchas producen las peores y mayores erupciones y eyecciones de masa coronal", añadió. El Sol es considerado el astro rey porque es la principal fuente de vida y de energía que aporta a la Tierra, por lo que en el pasado se lo consideraba un dios, pero las ceremonias que se hacían en su honor fueron heredadas por algunas comunidades y se mantienen hasta nuestros días.

El Sol como principal fuente de energía y de vida para los seres vivos es importante para quienes habitan el planeta Tierra, sin embargo, en los años recientes se ha convertido en un enemigo por los daños que ocasiona debido a la radiación ultravioleta que lastima tanto la piel como los ojos y a veces también daña algunos objetos quemándolos con sus rayos ya que llega a este mundo con gran intensidad. Sin embargo, el astro como estrella simplemente está ahí hace millones de años y no es más fuerte o más débil, sino que somos los humanos que con ciertas acciones hemos roto el equilibrio de la naturaleza, provocando un serio daño en la capa de ozono, por lo que los rayos ultravioleta que irradia el Sol son sumamente dañinos y peligrosos, ya que dicha capa de gases evitaban esos daños en seres vivos o inanimados que pueblan la Tierra. Desde que se advirtió sobre el daño que sufrió la capa de ozono y se explicó la importancia de la misma, muchas personas conscientes de ello comenzaron campañas para evitar mayores daños. Sin embargo, no es fácil erradicar de la noche a la mañana los malos hábitos, por lo que se convierte en una tarea realmente titánica el tratar de evitar que el daño sobre la capa protectora del planeta siga avanzando.