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jueves, 19 de octubre de 2017

Guatemala no levanta la cabeza de la pobreza

Por Román

En el 2014, la pobreza total afectaba a más del 59 por ciento de la población guatemalteca, mientras que otro 23 por ciento estaba sumido en la pobreza extrema. En el 2015, Guatemala ocupó el puesto número 128, entre un total de 188 estados en cuanto al Índice de Desarrollo Humano, lo cual la ubicaba en la categoría de países con desarrollo humano medio, bastante por debajo del resto de los países centroamericanos. Actualmente, según la UNICEF, el 46 por ciento de los niños de esa nación sufre de hambre, mientras que la desnutrición afecta gravemente al 80 por ciento de las personas que habitan en zonas rurales.

Lo anterior significa que, hoy en día, de cada diez personas, ocho padecen de hambre en Guatemala. Por ello, junto a países como la República Centroafricana, Burundi y Sudán, esa nación muestra un color rojo vivo en el Mapa del Hambre que elabora periódicamente la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).

Según una información publicada este lunes por el sitio digital Prensa Latina, el 60 por ciento de la población de Comitancillo (76 mil personas), un municipio del departamento de San Marcos, vive en situaciones de pobreza extrema, además de presentar las secuelas dañinas que traen como resultado los índices de bajo peso al nacer, la falta de nutrientes que se requieren para un desarrollo recomendable en los menores, y la presencia de gran cantidad de niños con tallas inferiores a su edad.

Muestra de ello constituye, por ejemplo, que el Ministerio guatemalteco de Salud reconociera en el 2016 que, de los 143 niños que fallecieron durante ese año como consecuencia de la desnutrición, 25 de ellos vivían en San Marcos. Además de este municipio, presentan altos índices de hambruna las regiones rurales de Alta Verapaz, Huehuetenango, Quiché, Chiquimula y Chimaltenango. Mientras, el área metropolitana presentaba un 34,6 por ciento de desnutrición en niños menores de cinco años.

Así, en abril pasado, la FAO presentó un informe donde Guatemala se encontraba entre los 22 países que enfrentan una delicada crisis alimentaria. En ese sentido, se informó que, hasta entonces, 12 niños menores de cinco años habían muerto a causa de la desnutrición aguda, según la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional. Según Germán González Díaz, quien dirige la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional, la desnutrición está agobiando seriamente el desarrollo de ese país. “Es un problema de toda Guatemala. De las localidades urbanas y de las áreas rurales. Aunque es ahí, en el mundo indígena del Corredor Seco, donde el hambre echa por tierra la imaginación de los niños, y los hace incapaces de soñar con otra cosa que no sea tortillas con sal”, apuntó.

Según datos de la FAO, cuatro de cada cinco hogares en Guatemala viven en situaciones de inseguridad alimentaria. El 40 por ciento de estos, viven en inseguridad alimentaria leve; otro 25 por ciento en inseguridad alimentaria moderada; y un 12% vive una inseguridad alimentaria severa. Además, el suministro de alimentos es insuficiente para cubrir las necesidades mínimas de la población, y se deteriora año tras año, a causa de la carencia de políticas que incentiven la producción de alimentos, a los efectos del cambio climático, entre otras.

El desafío más grande del gobierno del actual presidente Jimmy Morales es, precisamente, garantizar la seguridad alimentaria. Morales, a pesar de establecer programas en favor de la niñez, no ha podido cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio para la reducción de la pobreza extrema a la mitad. Por ello, tal vez le resulte a su mandato demasiado ambiciosa la tarea de alcanzar la cifra de Hambre Cero hacia el año 2030, pues Guatemala continúa siendo una de las naciones con mayores índices de exclusión social y desigualdad en Centroamérica.

Eso, a pesar de que, desde su establecimiento en Guatemala, el 28 de enero de 1964, la FAO trabaja en ese país con instituciones como el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación; la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional; los ministerios de Trabajo y de Ecuación; el Ministerio de Relaciones Exteriores, y otros. Allí, a partir de un grupo de iniciativas, dicha organización persigue el objetivo de erradicar el hambre, la pobreza y la malnutrición, al igual que lo hace en el resto de las naciones de América Latina y el Caribe.