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lunes, 9 de octubre de 2017

Holanda, otro fiasco futbolero

Por Mayli

Los tulipanes se impusieron ante Bielorrusia en el penúltimo partido de la ronda clasificatoria pero están virtualmente eliminados de Rusia 2018, porque para acceder al menos a la zona de repechaje tendría que superar a Suecia por una diferencia de siete goles y eso, en el fútbol, con dos conjuntos tan parejos, es casi imposible. Otro fiasco para lo que fue “una mecánica naranja”.

La otrora “mecánica naranja”, aquella que regalaba éxitos por doquier en los grandes escenarios del fútbol mundial van de mal en peor. Primero su no participación en la Eurocopa pasada, y ahora su virtualmente no asistencia al Mundial de Rusia 2018. Los fanáticos de Holanda, deben estar extrañando mucho a aquellos tiempos. Su camino en la etapa clasificatoria ha sido de subidas y bajadas, y aunque le haya ganado a Bielorrusia, como necesitaba, esto solo no le basta. Llegó a la penúltima fecha con la soga al cuello y parece que morirá.

A los naranjas solo les salvaría un milagro, pero un milagro, además, muy grande. Holanda tenía la misión de ganar a Bielorrusia e hizo la tarea con precisión, marcando tres goles frente al único gol de los rivales. Fue gracias a Davy Propper en el minuto 24, a Robben de penal ti en el 84 y a Depay seis minutos después. No ganaron con holgura y tuvieron que trabajarse la victoria, que fue in extremis, y por supuesto no contaban con que Suecia endosara tantos goles a Andorra.

La historia, pues, es la siguiente: Holanda ha de ganar a Suecia de goleada. Pero no una goleada de esas que podemos decir "una manito". No, los naranjas tienen que imponerse a los suecos al menos por 7-0, y con la fálta de pólvora mostrada a lo lago de la clasificatoria, pinta inútil.

El equipo de Dick Advocaat y la leyenda Ruud Gullit parece que volverá — con ese panorama por delante — a ver los toros desde la barrera. La defensa sueca por demás, no permite demasiadas confianzas; Holanda no puede hacer demasiado. Dará todo cuando los reciba a los suecos en casa, pero la “Oranje” está de capa caída y con esto no solo pierde los fanáticos eternos de este deporte en la tierra de los tulipanes, o pierde Holanda como nación histórica, si no también pierde el fútbol mundial, porque se quedaría el mundo sin ver a una escuadra como Holanda, de atletas vitales en este mundillo.

Holanda tendrá que volver a mirarse como Federación y tratar de recatarse a sí mismos, rumbo a la próxima Euro. Ha perdido demasiado terreno, que han ocupado naciones como Bélgica, incluso la propia Islandia. Holanda tiene que pensar a futuro, porque incluso en la Champions League no es nada: clubes de relevancia, como el Ajax, no pintan nada en el panorama de clubes a nivel internacional, tampoco dentro de la liga holandesa. El fútbol de Holanda está de lágrimas, y aunque no han tirado la toalla, y de seguro se aferrarán al milagro, se ve imposible. Habrá que decirle adiós.