Hombres y blancos: así es el gabinete presidencial de Donald Trump
Cuando Donald Trump enfrentó las críticas de los grupos de defensa por no incluir a más mujeres y minorías en su gabinete en enero pasado, la administración entrante prometió que los peldaños más bajos de la burocracia al final parecerían más diversos. Ahora, los datos gubernamentales recientemente disponibles sobre la composición étnica y de género de su administración de muestran que, con más de 1.000 puestos de trabajo políticos de nivel medio ocupados a mediados de año, los nombrados se parecen mucho a los inicialmente nombrados: en su mayoría blancos y varones. Números de la Oficina de Administración de Personal analizados por Reuters corroboran que el 88 por ciento de los nombrados eran blancos no hispanos y el 62 por ciento eran hombres.
En comparación, en el último año de la administración demócrata de Barack Obama, los blancos no hispanos constituían el 67 por ciento de ese grupo y los hombres representaban el 47 por ciento, más cerca de lo que parece la población de Estados Unidos, donde los blancos no hispanos representan el 61 por ciento y los hombres representan el 49 por ciento, según los datos de la Oficina del Censo en 2016.
“Hasta ahora, esta administración no ha priorizado en forma directa la diversidad”, dijo Max Stier, presidente de Partnership for Public Service, un grupo no partidista que rastrea las contrataciones federales. Fuera de los 24 puestos superiores del gabinete de la administración Trump, 17 son ocupados por hombres blancos.
Cuando se le pidió que comentara los datos de personal de nivel medio, la portavoz de la Casa Blanca, Lindsay Walters, dijo que Trump tenía una larga historia de promoción de las mujeres y señaló la nominación de Kirstjen Nielsen la semana pasada para dirigir el Departamento de Seguridad Nacional. “Continuará elevando y empoderando a las mujeres a los puestos más importantes en su administración”, dijo Walters. Ella se negó a discutir las opiniones de Trump sobre la el tema del origen étnico de sus designados.
Un día antes de que Trump asumiera el cargo el 20 de enero, su entonces portavoz, Sean Spicer, respondió a las críticas al gabinete al decir que los miembros fueron elegidos por sus méritos.
Las posiciones políticas de nivel medio, conocidas como "Schedule C" y "non-career SES", sumaron 1 051 en junio, según los datos más recientes publicados a fines de septiembre. Cuantos más puestos de trabajo se hayan ocupado desde entonces y si su demografía ha cambiado se conocerá al final del año, cuando se esperan los números del tercer trimestre.
Los puestos incluyen gerentes de oficina, asistentes, expertos en políticas y planificadores que son contratados por las personas designadas como secretarios del gabinete y sus adjuntos. Los burócratas de nivel medio actúan como un vínculo entre el liderazgo político y más de dos millones de funcionarios de carrera. En las últimas décadas, estos empleos representan aproximadamente la mitad de los 4 000 puestos que se ocupan de nuevo con cada cambio de administración. La OPM no publica datos sobre las posiciones más importantes.
La oficina de personal ha publicado datos ordenados por género que datan de 1998 y por etnia desde 2006, lo que permite comparaciones con solo dos administraciones anteriores. Algunos analistas políticos dicen que el perfil del nuevo grupo de funcionarios de nivel medio refleja en gran parte una menor proporción de minorías entre los votantes republicanos y el hecho de que el partido republicano tiene vínculos más débiles con las organizaciones que promueven la diversidad y la igualdad de género.
Los números de esta administración son similares a los de la anterior administración republicana de George W. Bush. Entre 2006-2008, los únicos años de Bush cubiertos por datos de género, raza y origen étnico de OPM, los hombres constituyeron el 60 por ciento del personal de nivel medio y el 88 por ciento se describieron a sí mismos como blancos no hispanos.
Sin embargo, Estados Unidos se ha vuelto más diverso en la última década, lo que hace que los números para esta administración sean menos representativos de la composición demográfica de Estados Unidos que en el caso de Bush. En 2008, el último año completo de la administración Bush, los blancos no hispanos constituyeron el 65 por ciento de la población general. Ahora ese porcentaje es 4 puntos porcentuales más bajo, según las cifras del Censo.
Entre los votantes registrados republicanos, la proporción de aquellos que se identifican como blancos no hispanos ha disminuido del 88 por ciento en 2008 al 86 por ciento justo antes de las elecciones presidenciales de 2016, según el Pew Research Center.
Las mujeres también tienen una mayor participación en todos los empleos en Estados Unidos que en los años de Bush. Su participación del 38 por ciento en puestos políticos de nivel medio en la administración actual es un nivel inferior al promedio del 40 por ciento que tenían en 2001-2008. En 1998-2000, los últimos años de la presidencia de Bill Clinton capturados en los datos de la OPM, esa participación promedió el 51 por ciento.
