Houston toma la delantera (2-1) en Serie Mundial
Los parajes texanos estaban esperando la primera victoria de los Astros en un partido de Serie Mundial en casa, y finalmente la historia dejó de ser un mito o utopía, cuando este viernes el plantel dirigido por A.J Hinch desbancó 5-3 a los Dodgers de Los Ángeles y tomó ventaja en la carrera por el cetro de las Ligas Mayores de Béisbol.
En un partido que la mayoría de los especialistas daban ventaja a los Dodgers por el factor pitcheo, los Astros levantaron la voz y, en sus predios, castigaron al abridor japonés Yu Darvish, quien no pudo completar ni el primer tercio del encuentro. En solo una entrada y dos tercios, el serpentinero permitió seis inatrapables y cuatro carreras, gasto que forzó al manager Dave Roberts a echar mano de su bullpen desde temprano. Jonrón del cubano Yuli Gurriel abrió la cuenta para los Astros, que fabricaron cuatro anotaciones en el segundo episodio con batazos impulsores de Marwin González, Brian McCann y Alex Bregman.
Después los relevistas de los Dodgers solo permitieron una carrera en el resto del partido, pero la tanda de Corey Seager, Cody Bellinger, Justin Turner y Yasiel Puig poco pudo hacer ante los envíos de Lance McCullers y Brad Peacock, quienes espaciaron cinco boletos y cuatro jits en toda la ruta. La ofensiva de Los Ángeles fue inefectiva, tanto al entrar en circulación como en el corrido de las bases, y esos males les pasaron factura. A la postre solo pudieron pisar la goma en tres oportunidades, gasto insuficiente ante Houston, que con cinco carreras y jugando en casa sintió cierta comodidad y seguridad. Peacock, sobre todo, se plantó como una roca en el tercio conclusivo, en el que no permitió inatrapables y solo regaló un pasaporte gratis.
La polémica del encuentro llegó tras el jonrón de Gurriel a Darvish. Una vez en el dogout, el cubano realizó un gesto rasgándose los ojos y llamando “chinito” al japonés, lo cual es considerado una ofensa por los peloteros nipones. Dicha acción podría ser sancionada por MLB si la considera un insulto racista, aunque Gurriel y su padre, Lourdes, uno de los grandes beisbolistas cubanos del pasado siglo, ofrecieron certeras declaraciones en las que expresaron sus disculpas ante la afición y los peloteros japoneses. Yuli dijo que fue un gesto inconsciente, sin mala intención, y Darvish, aunque se mostró molesto por el asunto, aseguró que no se debe hacer un drama de la situación y todos deben seguir adelante como buenos seres humanos. Al margen del incidente, lo cierto es que Houston tomó la delantera 2-1 en la Serie Mundial 2017, y ahora la balanza se ha inclinado a su lado, pues tienen disponibles en los venideros encuentros a Charlie Morton, Dallas Keuchel y Justin Verlander, lanzadores que han sido muy dominantes en la presente postemporada.
