Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

domingo, 1 de octubre de 2017

La Biblioteca del Congreso de EEUU sí sabe organizarse

Por deltoro

En la naturaleza y en la sociedad los fenómenos u objetos no están clasificados de acuerdo con un plan. Es el hombre con su capacidad de abstracción y organización el que realiza la obra de agrupar, atendiendo a las semejanzas halladas en cada documento. Por lo que la clasificación, desde el punto de vista global, persigue la funcionalidad de ordenar o disponer las cosas o documentos que posean características semejantes. Clasificar ha sido desde la antigüedad una tendencia natural del ser humano. El problema de la organización del conocimiento surge ante la necesidad del hombre de sistematizar sus conocimientos sobre el mundo exterior.

 

Ya desde la antigüedad se podía encontrar no solo distintas clasificaciones del conocimiento como la que Aristóteles realiza de las ciencias; sino también clasificaciones bibliográficas como las de la Biblioteca de Asurbanipal en Nínive o la que realizó el bibliotecario Calímaco para organizar la Biblioteca de Alejandría. Lo más normal si se habla de clasificar, nos referimos a la operación mediante la cual agrupamos una serie de elementos con características comunes dentro de un mismo conjunto o clase definido por dichas características; cuando se habla de clasificación bibliográfica la característica a la cual atendemos para agrupar estos elementos (libros, revistas, documentos, etc.) es el contenido.

La clasificación de la Biblioteca del Congreso (LCC,Library of Congress Classification) es un sistema de clasificación desarrollado por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Este método es usado por varias bibliotecas de investigación y académicas de los Estados Unidos y varios otros países.

La clasificación fue desarrollada originalmente por Herbert Putnam con la ayuda de Charles Ammi Cutter en 1897 antes de asumir el cargo de bibliotecario del Congreso.Estuvo influida por la clasificación de Cutter y el sistema Dewey de clasificación y fue diseñada para ser usada en la Biblioteca del Congreso.Tiene su origen en las clasificaciones de Brunet (el sistema utilizado en las bibliotecas francesas de fondos de los siglos XVIII y XIX) y Cutter (sistema menos rígido que el anterior, basado en las letras del alfabeto, en vez de números). El nuevo sistema sustituyó a un sistema de localización fija desarrollado por Thomas Jefferson. En el momento de la marcha de Putnam de su cargo en 1939 todas las clases excepto la K (Derecho) y partes de la B (Filosofía y Religión) estaban bien desarrolladas. La clasificación ha recibido críticas por carecer de una base teórica sólida, ya que muchas de las decisiones tomadas en su desarrollo estuvieron motivadas por las necesidades prácticas específicas de esa biblioteca más que por consideraciones epistemológicas. Aunque divide las materias en categorías amplias, la clasificación es esencialmente enumerativa en naturaleza. Proporciona una guía de los libros que están realmente en la biblioteca, no una clasificación universal.

La Library Congress Classification (LCC) se utiliza, sobre todo, en las bibliotecas públicas generales, pero no resulta efectivo en bibliotecas especializadas, por su gran rigidez. En el país anfitrión de la LCC, la Biblioteca del Congreso utiliza este sistema junto al formato MARC y es uno de los pilares para la cooperación bibliotecaria de ese país. El LCC se caracteriza por su peculiar método de construcción que divide los acontecimientos en clases principales y cada clase se desarrolla y subdivide de forma independiente a las demás. La clasificación LC se publicó en 1942 y se sigue utilizando actualmente, aunque con revisiones. La notación es mixta (letras y cifras). Las grandes clases se designan con letras mayúsculas, simples o combinadas, y para las subclases se utilizan letras minúsculas y cifras. Cada clase forma un todo con un índice particular.