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sábado, 14 de octubre de 2017

La ICAN se lleva el Nobel de la Paz

Por Mayli

El Comité Noruego del Nobel de la Paz, otorgó este año el prestigioso baluarte a la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN), un organismo internacional que recoge la labor de 101 países. La organización antinuclear tiene una proyección para que todos los países se adhieran al control de armas de este tipo.

Alrededor de 101 países integran la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) que acaba de recibir por parte del Comité Noruego el prestigioso Premio Nobel de la Paz, 2017. Creada hace una década con la idea de hacer campaña para presionar a las naciones a firmar el Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares, llevado a cabo por la Organización de Naciones Unidas (ONU). La intencionalidad ha estado marcada y ha sido intensa desde sus inicios, aunque no hayan conseguido mucho, pero su labor, y reconocimiento llega en un momento donde entre Corea del Norte y Estados Unidos las tensiones se acumulan alrededor del tema nuclear, e Irán continúa en la mira por su desarrollo en la misma temática. En la actualidad la sede de la Campaña está en Ginebra, Suiza, pero se mueve por todos los países inmersos. El dichoso Tratado, lo han firmado la mayoría de los países, pero no los principales, y los que más armamentos de este tipo tienen, como Estados Unidos, Rusia o China, potencias mundiales, de donde puede salir cualquier conflicto internacional. En general son 69, las naciones que siguen sin comprometerse al desarme nuclear, una verdadera amenaza a la vida humana, tal como la conocemos. Esa ha sido la intención del ICAN.

Pero, ¿qué han hecho? Según el Comité Noruego, en el año en curso, la ICAN ha intensificado su lucha por el desarme, ha obtenido más energías en alcanzar su objetivo primario. Su trabajo, dijo el Comité, está sostenido en atraer la atención sobre las grandísimas y peores consecuencias del uso de armas nucleares. La idea es una prohibición generalizada, lo que algunos creen, que en las épocas actuales, de guerra armamentística, es como arar en el mar. No obstante, el premio fue bien visto a nivel mundial, especialmente para organizaciones similares. Una de ellas, fue la organización, que en Japón, recoge a familiares de víctimas de ataques nucleares, como los de Hiroshima y Nagasaki. Sin embargo los líderes mundiales, como el estadounidense Donald Trump, y el norcoreano Kim Jong-un, obvian este tipo de alertas globales, y cada día entre pruebas y ensayos, aumentan el calibre de su arsenal y las tensiones de dos países, que se jactan de lo que poseen. Aunque de soslayo se miren con cuidado, porque al final saben la destrucción que son capaces de crear, con un ataque de nervios de cualquiera de los dos bandos. El premio Nobel a la ICAN, a pesar del merecimiento, también llevaba eso, llamar la atención sobre el tema.