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domingo, 29 de octubre de 2017

La necesaria lucha contra la comida basura

Por Jank

Los compañías productoras de las llamadas comidas y bebidas chatarra, que provocan daños a miles de millones de personas en el orbe, fundamentalmente menores de edad, resultaron el centro de atención del discurso pronunciado por Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), durante la primera sesión de la Conferencia Mundial sobre Enfermedades No Transmisibles, que tuvo lugar en Montevideo (Uruguay). 

En su intervención, Tedros Adhanom Ghebreyesus manifestó que este es el momento oportuno para empezar a mejorar en cuanto al consumo de alimentos poco saludables, y criticó que las grandes empresas de alimentos chatarra están pendientes, nada más, de las oportunidades de recaudar sumas millonarias de dinero, en detrimento de la salud de sus clientes. Asimismo, el directivo etíope destacó que esos fabricantes “hacen la vista gorda” a las cifras alarmantes, y cada vez más altas, de enfermedades como la diabetes, la obesidad infantil, el cáncer y los padecimientos cardiovasculares, cuyos signos y síntomas empiezan a manifestarse en edades cada vez más tempranas. “Los propios hijos de quienes fabrican esos alimentos hartos en sal, azúcares y grasas saturadas, son consumidores de ellos, y están poniendo en juego su salud”, declaró. Añadió que, incluso cuando los consumidores no sean sus hijos biológicos, estos empresarios deben advertirlo, pues todos formamos parte de la misma raza humana, y tenemos que estar cada vez más unidos, para que no nos condenen a oportunidades cada vez más restringidas. En nombre de un supuesto libre comercio —dijo— accedemos a que transnacionales distribuyan comida chatarra a los niños, así como también, en nombre del desarrollo financiero, permitimos que la industria del tabaco contamine a millones de hombres y mujeres en el mundo. Asimismo, llamó a la reflexión respecto a esas realidades, y a un compromiso inminente con la búsqueda de soluciones palpables, que permitan resguardar la salud de los infantes, a impedir la ocurrencia de muertes que pudieran ser evitadas, y el sufrimiento. Por otra parte, el alto funcionario de la Organización de Naciones Unidas declaró que las enfermedades no transmisibles nos afectan a todos, y representan siete de las diez primeras causas de muerte globales, pues son responsables del 70 por ciento de dichas defunciones. Cada año –expresó– las enfermedades no transmisibles liquidan a 15 millones de personas, con edades comprendidas entre los 30 y los 70 años. “La mayor parte son muertes prematuras, y no suceden en los países ricos, sino entre los pueblos más necesitados”, expuso también el director general de la Organización Mundial de la Salud.

Hasta el momento –subrayó– algunos países, comprometidos desde el punto de vista político, han emprendido acciones que tienen el objetivo de demostrar lo factible que puede resultar la eliminación de esas enfermedades. En ese sentido, resaltó los aportes de Chile en cuanto al suministro de alimentos saludables; de México, en la riña contra la obesidad; Perú, con la ampliación de su presupuesto para la atención a los padecimientos de salud mental; y al propio Uruguay, al que calificó como campeón por su lucha contra el tabaquismo. “Tenemos que vencer esta batalla, pero también es necesario que ganemos las batallas diarias en nuestras cocinas, así como también en las establecimientos comerciales, supermercados, restaurantes, colegios, y en todas partes, ponderó, al tiempo que ratificó que es nuestro deber y obligación, el hecho de certificar que todas las personas cuenten con el acceso a un amplio diapasón de servicios de salud, los cuales vayan desde los cuidados paliativos hasta la protección, promoción, rehabilitación y aseguramiento de tratamientos médicos para quienes así lo soliciten, pues esa es la única manera de estar seguros de que nuestros hijos y nietos posean el futuro que merecen.