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martes, 10 de octubre de 2017

La píldora anticonceptiva, ¿un invento machista?

Por EvelynR

La píldora anticonceptiva es considerada como uno de los hitos de la liberación femenina, pues permitió a las mujeres tener relaciones sexuales sin temor a quedar embarazadas. Sin embargo, la historia del desarrollo de la píldora no está muy vinculada con esa idea. Nos referimos específicamente a por qué el ciclo de ingesta fue concebido para que deba tomarse durante 3 semanas y descansar o sustituirla por placebo en la cuarta. Y es que uno de sus creadores era católico devoto, para el que era importante tener la aprobación del Vaticano, por lo que quería que su método anticonceptivo fuera lo más parecido posible al proceso natural femenino.

Ya la Iglesia había aprobado el sistema de anticoncepción natural, que consiste en no tener relaciones sexuales durante el periodo de ovulación, cuando la mujer es fértil. Es por eso que Rock pensó que su método también sería aprobado por el Papa si emulaba el ciclo natural femenino. Además, las píldoras también contenían la hormona progestina, que es secretada de manera natural por las mujeres luego de cada ovulación.

Sin embargo, aunque la píldora fue aprobada en 1960 y recibió una inmensa aprobación, la Iglesia tardó casi 10 años en pronunciarse públicamente y cuando lo hizo fue para rechazar el método por considerarlo artificial.

Pero para ese momento la preocupación en torno a la píldora no era la Iglesia, sino las propias mujeres, puesto que a algunos hombres les preocupaba dejar la responsabilidad de evitar la concepción en manos de las féminas. El sistema de estas píldoras requería (y aún lo hace) que el ciclo de toma de las pastillas sea seguido muy riguroso: se deben ingerir una diaria durante 21 días y dejar de tomarla por siete, y se olvida alguna dosis, pierde la efectividad anticonceptiva.

En ese sentido, un hombre llamado David Wagner, preocupado de que su esposa se olvidara de tomarla, diseñó en 1961 un envase redondo que permitía comprobar si la mujer estaba tomando la píldora o no. Ese envase fue copiado por varias farmacéuticas y aún sigue siendo popular en algunos países.

La nueva presentación de la píldora fue promocionada de una manera que deja claro el pensamiento de la época: un anuncio de 1964 de la empresa Ortho-Novum decía "Fácil. Para que tú se lo expliques… y ella lo use". Por su parte, una publicidad de la marca Lyndiol de 1969 solicitaba a los médicos a "Proteger a la paciente nueva de su propio olvido".

Sin embargo, varios expertos que consideran que los inventores de la píldora se habrían podido ahorrar todo el proceso. Y es que según los especialistas en anticondepción Elsimar Coutinho y Sheldon S. Segal, argumentaron en su libro de 1999: "¿Es obsoleta la menstruación?", que la ovulación incesante no cumple ningún propósito. De acuerdo con ellos, si las mujeres lo desearan, podrían tomar la píldora por tiempo extendido para evitar los embarazos e incluso la menstruación. Además, señalaron que la menstruación provoca una serie de problemas de salud que podrían evitarse de suprimirla. Por ejemplo, en Estados Unidos actualmente existen dos anticonceptivos orales que posibilitan una toma continuada, sin sangrados mensuales. En 2003 se lanzó Seasonale, que propone solo cuatro menstruaciones al año: una por cada estación. La otra, llamada Lybrel, fue aprobada en 2007 y es la primera píldora que no tiene pausas para menstruar.

Actualmente hay muy pocas mujeres conozcan que podrían optar por no menstruar. Pero tampoco existe un acuerdo generalizado de que esa opción sea una buena idea, por ejemplo, algunos especialistas inicialmente advirtieron que no había estudios sólidos sobre el efecto de no menstruar por largos períodos de tiempo. Aunque en la actualidad existe un consenso de que esto no causa problemas de salud.

Sin embargo, algunos científicos alertan sobre los peligros de tomar la píldora, y en especial por períodos prolongados. Cada vez más estudios se refieren a la existencia de un vínculo entre el uso de anticonceptivos hormonales y la depresión. En ese sentido, una investigación danesa mostró que las adolescentes que tomaban la píldora tenían un 80 por ciento más de riesgo de tener que tomar antidepresivos.

Además, también está lo que representa para algunas mujeres este proceso, pues para algunas, menstruar es una parte de su identidad femenina, mientras que otras rechazan que se asocie el ciclo reproductivo con la identidad de género.