Las asesinas de Kim Jong-Nam
Apenas salió a la luz el caso, Corea del Sur acusó al Norte de haber organizado el asesinato, argumento que, como es de suponer, Pyongyang siempre desmintió. Kim Jong-Nam era reconocido por criticar al régimen norcoreano y debido a ello vivía en el exilio. Justo después de su asesinato, diferentes personalidades vinculadas a Corea del Norte huyeron de Malasia y otras fueron autorizadas a dejar el país poco después para disminuir un poco la tensión diplomática entre los dos países. Los fiscales responsables del caso, han insistido en que las mujeres van a recibir un juicio justo, durante todo el proceso, que se extenderá durante dos meses e incluirá entre 30 y 40 testigos.
Una noticia que había pasado silenciada durante un tiempo vuelve a ocupar titulares en fecha reciente, pues el pasado lunes dio inicio el juicio de las mujeres acusadas de asesinar al hermanastro del presidente norcoreano en Malasia.
Las dos mujeres se declararon no culpables en el juicio en su contra, un proceso que busca esclarecer un suceso que desató una verdadera crisis diplomática. La indonesia Siti Aisyah y la vietnamita Thi Huong declararon mediante intérpretes en el Alto Tribunal de Sham Alam, en las afueras de la populosa Kuala Lumpur. Las acusadas negaron durante toda la investigación haber tenido la intención de cometer un asesinato e incluso durante la instrucción declararon que fueron engañadas pues creían que estaban participando en un programa de televisión.
Aisyah, de unos 25 años, y Huong, de 29, llegaron a la audiencia en la corte esposada, con chalecos antibala y escoltadas por un numeroso contingente para evitar cualquier tipo de incidente que pusiera en riesgo el avance de la investigación. Las dos acusadas fueron arrestadas unos pocos días después del asesinato de Kim Jong-Nam, el pasado 13 de febrero, cuando esperaba tomar un vuelo hacia Macao. Este crimen recordó a muchos las operaciones de espionaje durante la Guerra Fría ya que las mujeres están acusadas de haber proyectado en el rostro del hermanastro de Kim Jong-Un un agente neurotóxico, conocido como el VX, una versión altamente mortal del gas sarín. La víctima falleció al cabo de unos veinte minutos de agonía. Esa sustancia es tan letal que se encuentra catalogada como un arma de destrucción masiva.
Este caso provocó una grave crisis diplomática entre Corea del Norte y Malasia, uno de los aliados de Pyongyang dentro del territorio. Kuala Lumpur se encargó de expulsar inmediatamente al embajador de Pyongyang, que hizo lo propio con el enviado de Malasia. También prohibieron las salidas de sus respectivos territorios de los ciudadanos del otro país. La tensión se redujo cuando Malasia aceptó finalmente entregar el cuerpo de la víctima a las autoridades de Corea del Norte.
El fiscal Muhamad Iskandar Ahmad, quien forma parte de la investigación, leyó un comunicado aportando detalles del asesinato y agregó que la evidencia hasta el momento demuestra que la víctima falleció por la premeditada intención de arrojarle la sustancia en pleno rostro.
Por su parte, los abogados de la defensa afirman que los verdaderos culpables huyeron de Malasia y acusan a la fiscalía de buscar un veredicto de culpabilidad sin darle importancia a quiénes sean los verdaderos autores. "
El representante legal de Huong, Hisyam Teh Poh Teik, declaró que estaba muy convencido de que al final de este juicio, probablemente las acusadas van a ser absueltas. Aún quedan sin respuesta numerosas preguntas sobre este crimen pues no ha salido a la luz cómo dos mujeres que vivían en condiciones de pobreza fueron capaces de orquestar y ejecutar el asesinato, como leas fue posible conseguir esta peligrosísima sustancia y como lograron burlar la seguridad de Kim Jong-Nam para asesinarlo.
Apenas salió a la luz el caso, Corea del Sur acusó al Norte de haber organizado el asesinato, argumento, que como es de suponer, Pyongyang siempre desmintió. Kim Jong-Nam era reconocido por criticar al régimen norcoreano y debido a ello vivía en el exilio. Justo después del asesinato diferentes personalidades vinculadas a Corea del Norte huyeron de Malasia y otras fueron autorizadas a dejar el país poco después para disminuir un poco la tensión diplomática entre los dos países. Los fiscales responsables del caso, han insistido en que las mujeres van recibir un juicio justo, durante todo el proceso, que se extenderá durante dos meses e incluirá entre 30 y 40 testigos.
