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miércoles, 25 de octubre de 2017

Las denuncias de abusos salpican a Terry Richardson

Por Tendencias Newsgur

El conocido fotógrafo Terry Richardson ha sido despedido de sus trabajos para las revistas de Condé Nast como consecuencia de las acusaciones de abusos sexuales que, desde hace años, se le incriminan. Apoderado como “el Harvey Weinstein de la moda”, Richardson ha fotografiado a caras conocidas como Beyoncé o Lady Gaga y trabaja con marcas de prestigio como Yves Saint Laurent o Tom Ford. El representante del fotógrafo asegura que Richardson es “conocido por su trabajo sexualmente explícito” donde hay interacciones con las modelos “de manera consensuada”.

Parece que el escándalo sobre abusos sexuales que se ha desatado en Hollywood no tiene fin. Ahora es el turno para el fotógrafo Terry Richardson. Este neoyorquino de 52 años es un nombre consolidado en la industria tras más de dos décadas de trabajo donde marcas como Yves Saint Laurent, Marc Jacobs o Tom Ford, y rostros como Beyoncé o Lady Gaga han confiado en él. Pero parece que no contará con tantos apoyos como antes. Las revistas de Condé Nast han hecho público que dejarán de contar con los servicios de Richardson dadas las acusaciones que sitúan al fotógrafo como autor de varios abusos sexuales a sus modelos. “Terry Richardson es un artista conocido por su trabajo sexualmente explícito, por lo que la interacción profesional con sus modelos son en consecuencia sexualmente explícitas por naturaleza, pero todos participaron de manera consensuada”, afirmaba su representante al conocer el despido de Richardson.

El ya apodado como “el Harvey Weinstein de la moda”, lleva años haciendo frente a las acusaciones que le tachan de persuadir a jóvenes modelos a las que fotografía mientras realizan actos sexuales a cambio de prometerles un hueco en el mundo de la moda. Según el mismo fotógrafo, él solo se involucra sexualmente si hay consentimiento por parte de la modelo, algo que no excluye que en ciertas ocasiones se haya comportado de una forma sexual explícita con durante algunas sesiones de fotos. “Colaboré con mujeres adultas que conocían perfectamente la naturaleza del trabajo. Nunca usé una oferta de trabajo o amenazas para obligar a alguien a hacer algo que no quería. Siempre respeto a quienes trabajan conmigo, reconociendo su libertad de elección y aceptando sus decisiones”, aseguró el fotógrafo.

Unas palabras que contrastan con lo declarado por algunas de sus presuntas víctimas como la exmodelo Jamie Peck o Liskula Cohen quienes le describen como “un depredador con cámara”.