Las puertas de los estadios se abren para las mujeres sauditas
Una nueva ley a favor de la inclusión femenina se ha dictado en Arabia Saudí. A partir de 2018 las mujeres podrán asistir a espectáculos en tres estadios deportivos del reino, según informaron en jornadas recientes fuentes gubernamentales oficialmente. Pese a sus beneficios evidentes, muchos temen la reacción del sector más conservador de esta sociedad excesivamente patriarcal y machista.
"Han comenzado los preparativos para que tres estadios en Riad, Yeda y Daman estén preparados para recibir familias desde comienzos de 2018" informó en la red social Twitter la Autoridad Deportiva saudí. Serán estadios nuevos, que se encuentran en estado de construcción, a lo cuales podrán acudir las féminas siempre con la compañía de una figura masculina, esposo, padre o hermano.
Los estadios tendrán además centros de entrenamiento, zonas de ocio, restaurantes y cafeterías, según anunció Turki al Sheij, director de la autoridad del deporte, en rueda de prensa.
La novedad de la noticia se debe a que en Arabia Saudí rige una estricta separación de los sexos en lugares públicos. Está prohibido que mujeres y hombres compartan el mismo espacio en restaurantes u otros locales de ocio; y hasta el momento, tenían limitado el acceso a los estadios deportivos. Quizás el precedente más cercano a este acontecimiento haya sido el pasado 23 de septiembre, cuando las mujeres pudieron asistir por primera vez a las celebraciones del Día Nacional de Arabia Saudí, que se celebraron en el estadio internacional del rey Fahd, en Riad.
Arabia Saudí viene dando pasos a favor de una cultura que dignifique un tanto a la mujer. En el mes de septiembre un decreto real autorizó por primera vez a las mujeres saudís a conducir, derecho que podrán ejercer a partir del 2018. Estas medidas forman parte del cúmulo de reformas que el rey Salman ha efectuado desde su llegada al trono en el 2015. Y aunque han supuesto pequeñas mejoras para las mujeres de esa nación, aun siguen sujetas a un sistema de tutoría del hombre.
Todo ello responde a un plan denominado Visión 2030, que pretende modernizar la sociedad saudí, con discretas transformaciones sociales, y dando un impulso a la economía, hasta ahora dependiente del petróleo. Las reformas están siendo impulsadas por el príncipe heredero Mohamed bin Salman, de 32 años. Otra de las más halagüeñas señales es que vuelven a celebrarse conciertos en el país, y se espera pronto la reapertura de los cines.
