Los beneficios del bondage
Un estudio publicado en la revista The Journal of Sexual Medicine, ha revelado recientemente que la práctica del llamado BDSM (término derivado de las palabras Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo), conocido popularmente como bondage, proporciona incontables beneficios para la salud mental de aquellos que lo realizan, siempre y cuando esto se lleve a cabo bajo el consentimiento de los participantes, y en un ambiente en el que predomine el afecto y el respecto entre estos. Lo anterior, permitiría descartar los habituales estigmas existentes sobre esta clase de prácticas sexuales violentas, y estaría en contraste con las tradicionales explicaciones psicopatológicas al respecto.
Según la revista digital Muy Interesante, el estudio tenía el objetivo de examinar las características de esta frecuente práctica sexual como simple actividad de entretenimiento, y no como una parafilia sexual. Los autores de la investigación, procedentes de la Universidad Estatal de Idazo, Estados Unidos, llegaron a la conclusión de que las sensaciones que estimula la extensa gama de prácticas e incitaciones para realizar el BDSM, tales como encadenar, someter y humillar a las personas, así como también conductas relacionadas con el sadomasoquismo, obtienen emociones positivas, tales como la libertad particular, el sentido de la aventura, depreciación del estrés y el desarrollo de ciertas habilidades características.
Dichas emociones son comparables con las que provoca una actividad entretenida como puede ser el juego del golf, la natación o asistir a eventos culturales. Para llevar a cabo la investigación, los especialistas tomaron como muestra a más de novecientos participantes, los cuales respondieron a una indagación que evaluaba la experiencia bondage, según las particularidades que suelen manejarse para valorar diversas actividades recreativas y de ocio. En las respuestas dadas por los encuestados, también se evaluó y se comparó de manera estadística los roles de participación en el BDSM: los dominantes y los sumisos.
Así, 89.7 por ciento de los participantes reportaron un sentido de libertad personal; el 98.5 por ciento, dijeron sentir placer o disfrute; el 90.7 por ciento, manifestó incrementar así su sentido de la aventura; el 90.8 por ciento, uso de habilidades personales; el 96.6 por ciento dijeron sentir emociones positivas, y así, sucesivamente. De esta manera, se concluyó que muchos individuos no solo piensan el BDSM como una interacción sexual, sino como un medio para formar relaciones íntimas. “Nuestros descubrimientos revelan, abrumadoramente, que el bondage se ajusta a las propiedades de la experiencia de recreo común, similar a las personas que disfrutan de golf, la natación y los eventos culturales”, expresó al respecto el doctor Williams.
