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viernes, 20 de octubre de 2017

Los incendios en Portugal y polvo del Sahara pintan Londres de naranja

Por Darío E.

Mientras una oleada de incendios llevaba a Portugal a declarar el estado de catástrofe en su territorio, al otro lado del Canal de la Mancha el cielo de Gran Bretaña se tiñó de naranja producto a una mezcla de polvos del Sahara y cenizas arrojadas por los siniestros ocurridos en la Península Ibérica. La responsable de tan inusual fenómeno fue la tormenta del atlántico Ophelia, quien llegó a las islas británicas ya debilitada arrastrando semejante mezcla de partículas. En las redes sociales, especialmente en Twitter, las imágenes de un inusual Reino Unido enrojecido circularon bajo los hashtags #Ophelia y #redsun.

Aunque el fenómeno fue perceptible solo por algunas horas, no por ello dejó de causar estupor en la población del país, la cual amaneció este lunes bajo un sol rojizo y unos cielos teñidos por completo de naranja. La Met Office, el servicio nacional de meteorología británico, confirmó de inmediato que se trataba de la influencia de la tormenta Ophelia, que comenzó como huracán en las islas Azores. Los vientos del organismo meteorológico arrastraron polvo del famoso desierto africano y cenizas de los fuegos que desde el fin de semana han arrasado Portugal y la provincia española de Galicia, Y crearon una espesa capa de polvo en la parte alta de la Troposfera, a unos diez kilómetros de altura.

El interesante fenómeno se observó en la mañana en el oeste de Inglaterra y de Gales y fue avanzando en el transcurso del día hacia la ciudad de Londres, hasta cubrir la mayor parte de la nación. La luz del mediodía se hizo más débil en las localidades afectadas. Por un espacio de tiempo sus habitantes vivieron una ciudad en tonos sepia. Y es que las partículas en suspensión dispersan la luz azul del Sol, mientras que la luz roja, con mayor alcance de onda, continúa hacia la Tierra, de ahí que ese fuera el tono predominante este lunes. En la noche los cielos se despejaron y todo volvió a la normalidad.

Sobre las posibilidades del incremento de huracanes atlánticos viajando más cerca de Europa antes de convertirse en tormentas severas, debido al aumento de las temperaturas del Océano y otros efectos del cambio climático, el investigador de ciencias climáticas de la Universidad de Reading, Len Shaffrey, comentó que es una posibilidad que no debe desestimarse, aunque también agregó que aún no se cuenta con estudios conclusivos al respecto. Acotó, por tato, que no se puede afirmar que la tormenta Ophelia y su cercanía a las costas de Reino Unido haya sido una consecuencia directa del cambio climático. Cierta o no la relación de este huracán con nombre de personaje de tragedia inglesa y las irregularidades actuales del clima mundial, es seguro que será recordado un buen tiempo por los hijos de Albion.