Merkel y Macron, al frente de la UE post-Brexit
El presidente francés, Emmanuel Macron, ganó el apoyo de la canciller alemana, Angela Merkel, en sus planes para reformar la Unión Europea (UE) después de Brexit, basados en lo que Merkel califica como la cooperación “intensa” entre París y Berlín. No obstante, muchos dirigentes se muestran cautelosos ante este proyecto, preocupados por el sentimiento anti UE que se sigue expandiendo, y por los resultados que ha obtenido la extrema derecha en elecciones recientes.
“Las discusiones de ayer por la noche demostraron que hay una comprensión común de la necesidad de un salto adelante en Europa”, dijo Macron a periodistas el viernes, después de una cena de la cumbre de la UE que se extendió más allá de la medianoche en Tallin, Estonia. “Hoy todos estamos convencidos de que Europa debe avanzar más rápido y más fuerte, por más soberanía, más unidad y más democracia”. Asimismo, Macron expresó su satisfacción con el compromiso de Donald Tusk, presidente de la cumbre, de informar a los líderes de la UE, cuando se reúnan de nuevo en tres semanas, sobre propuestas de medidas concretas que deben adoptarse. No obstante, Tusk, antiguo primer ministro polaco, también agregó una nota de precaución, instando a un enfoque “paso a paso” ante los “problemas reales”.
En ese sentido, insistió en que la UE necesitaba mantener la unidad frente a puntos de vista contradictorios sobre tantas iniciativas nuevas: “Aunque algunos puedan pensar que es una especie de concurso de Eurovisión, y tal vez lo sea, estoy personalmente convencido de que juntos haremos buen uso de él, si cantamos al unísono”.
Merkel, reelegida para un cuarto mandato el domingo pero debilitada ante el ascenso al Parlamento de la extrema derecha y los euroescépticos, se reunió con Macron durante media hora antes de la cena y, según un ayudante del francés, acogió con beneplácito su discurso, al cual tildó de “visionario”, y se alegró por el “regreso” de la cofundadora Francia como motor del proyecto de la Unión Europea.
Un enfoque más cauteloso fue el del primer ministro holandés, Mark Rutte, quien dijo a los periodistas que los países necesitan primero reformar sus propias economías, y resolver la crisis al interior de cada país.
Entretanto, la primera ministra británica, Theresa May, también asistió a la cena, a pesar del aislamiento creciente de Gran Bretaña mientras se prepara para dejar de formar parte de la UE. Aprovechó la oportunidad de la cumbre del viernes en Tallin para visitar a las tropas británicas en una misión de la OTAN en el norte de Estonia, y prometió la cooperación de seguridad post-Brexit con los vecinos europeos frente a las amenazas rusas. Las conversaciones del viernes, que tuvieron como centro la “agenda digital” para Europa, abarcaron desde flujos transfronterizos de datos y privacidad hasta ciberseguridad y gravar negocios en línea.
